lunes, 27 de agosto de 2012

RUUD GULLIT. 'El tulipán negro'

"Un equipo es como un buen reloj: si se pierde una pieza todavía es bonito, pero ya no funciona igual"
Ruud Gullit fue uno de los grandes artífices de aquella gran Holanda de los años 80 junto a otros jugadores de talla mundial como Marco van Basten, Frank Rijkaard, Ronald Koeman, Vanenburg, Wouters, etc. Es curioso que pasados más de 20 años aún se hable y se recuerde a La Naranja Mecánica de la década de los ochenta. El fútbol practicado por esa selección fue suficiente para cambiar radicamente el concepto que se tenía del fútbol. Ya no sólo importaba el resultado. El estilo de juego combinativo comenzó a desarrollarse y a atraer al espectador. Esa Holanda trajo consigo las grandes innovaciones futbolísticas además de un estilo de toque bien definido. La posición de los jugadores dejó de ser tan rígida como lo era hasta entonces. Primaba la posesión del esférico y para conservarla, los jugadores tenían casi una libertad total de movimientos. A diferencia de la Holanda de Cruyff, en la Holanda de los ochenta no había un crack por encima de todos como lo fue el propio Johan Cruyff en su momento. La Holanda de los ochenta era un conglomerado de jugadores muy fuertes físicamente, con una gran calidad técnica y una enorme polivalencia sobre el campo. Ese modelo no entendía de nombres propios. Se comenzó la década con jugadores como Rensenbrink, Rep, Neeskens o Krol que llevaron a la selección a una final de Mundial frente a Argentina en la que no se logró el título.  Gullit, van Basten, Rijkaard y compañía tomaron el testigo a finales de la década, llevando el modelo a su máximo nivel en la final de la Euro`88 celebrada en la RFA. Los Países Bajos derrotaron a la URSS y se proclamaron campeones de la Europa.

Rudolphus Dil Gullit nace el 1 de septiembre de 1962 en la capital de los Países Bajos, Ámsterdam. Su padre, natural de Surinam, ejercía en Ámsterdam de profesor de economía en una escuela. Gullit fue el resultado de la relación entre su padre y su buitenvrow (amante). A los 10 años, Ruud Gullit comenzó a practicar el fútbol formando parte del Rozendwarstraat. Al poco tiempo comenzó a jugar para otro club de Ámsterdam, el DWS. En ese quipo coincidió con futuras estrellas como Rijkaard, Ronald Koeman o Kieft.

Gullit con la  camiseta del HFC Haarlem
A los 16 años comenzó a jugar para el HFC Haarlem, entrenado por el galés Barry Hughes, siendo el jugador más joven en debutar en la Eredivise. Gullit se desenvolvía en este equipo en la posición de extremo. En la temporada 1981/1982, el Haarlem logró la clasificación para la Copa de la UEFA. Gullit consiguió con el Haarlem anotar 32 goles en los 91 partidos que jugó. Barry Hughes llegó a decir de él que era el Duncan Edwards holandés.

Gullit con el Feyenoord
En 1982 y tras ser pretendido por el Arsenal o el Ipswich Town, Gullit se convierte en nuevo jugador del Feyenoord. Es aquí cuando comienza a jugar en la posición de centrocampista. En el equipo de los industriales Gullit llegó a jugar con su ídolo desde la infancia, un tal Johan Cruyff ,en la temporada 1983/1984. Ese mismo año, en un partido contra el St. Mirren FC, perteneciente a la primera ronda de la Copa de la UEFA y disputado en St. Mirren Park, Gullit recibió insultos racistas por parte de los aficionados escoceses. Al acabar el partido declaró: "Es la noche más triste de mi vida". A pesar de ello Ruud Gullit fue el artífice del único gol del partido. En lo que respecta a la liga, el Feyenoord encajó un severo correctivo por parte del Ajax al caer derrotado por 8-2 en la jornada 7. No obstante el equipo de los industriales se recompuso rápidamente. El Feyenoord ocupó el primer puesto de la Eredivisie durante bastantes jornadas. En la jornada 24 el Feyenoord recibía en De Kuip al Ajax, el liderato estaba en juego. Gullit, Cruyff y compañía se tomaron la revancha de aquella humillación sufrida en la ida derrotando al Ajax por 4-1 y sentenciando la Eredivisie. Gullit anotó el primer tanto del encuentro con un magistral lanzamiento de falta. Al acabar la temporada 1983/1984, Gullit levantó su primera liga holandesa. Además, el Feyenoord conseguiría el doblete al hacerse también con la Copa de los Países Bajos. Ruud se marcha del Feyenoord, tras tres temporadas, con 85 partidos y 31 goles.



Gullit celebrando un título en el PSV
Gullit vivió una gran etapa en el PSV
En 1985 este prometedor jugador ficha por el PSV Eindhoven a cambio de 1.2 millones de florines. En las dos temporadas en las que Gullit estuvo en el PSV aumentó su palmarés, logrando dos Eredivisie de forma consecutiva. En 1986 Ruud Gullit fue nombrado Futbolista del año en los Países Bajos. Tras dos temporadas en el conjunto granjero en las que llegó a disputar 68 partidos y a marcar 46 goles, comenzaron a llegar ofertas de diversos equipos europeos. Al mismo tiempo los aficionados del Feyenoord lo acusaron de ser un vendido y un avaricioso.



En 1987 el AC Milán entrenado por Arrigo Sacchi le pagó al PSV 18 millones de florines por hacerse con los servicios de Ruud Gullit.  Con este fichaje se estableció una nueva cifra récord en el traspaso de un jugador. Sacchi veía en Gullit al sustituto ideal para Ray Wilkins. No obstante, Gullit no llegó solo al club rossonero. Sacchi ficharía ese mismo verano a otro prometedor holandés: un tal Marco van Vasten. La férrea defensa formada por jugadores italianos de la talla de Franco Baresi, Paolo Maldini, Mauro Tassotti o Carlo Ancelotti, unido al talento de Roberto Donadoni y de los neerlandeses Gullit y van Basten en punta, llevaron al Milán a conquistar el Scudetto en esa primera temporada de Gullit en el país transalpino. Gullit formó un gran tridente ofensivo junto con van Basten y Prietro Virdis. La lesión de van Basten le obligó a adelantar su posición siendo reconvertido en delantero.


Gullit logró el Balón de Oro en 1987
Gullit en un concierto contra el apartheid
En 1987 ha Gullit le fue otorgado el Balón de Oro. Ruud Gullit demostró su compromiso con el apartheid que sufría Sudáfrica dedicándole el Balón de Oro a Nelson Mandela. Además de eso, Ruud Gullit demostró su implicación con la causa participando en el concierto Stop Apartheid que se celebró en 1988. Una vez que Nelson Mandela fue elegido presidente de Sudáfrica, no quiso olvidarse de Gullit, a quien le llegó a decir "Ruud, tengo muchos amigos ahora. Cuando estaba en la cárcel, tú eras uno de los pocos que tenía".


Gullit le dedica el Balón de Oro a Nelson Mandela
Gullit le dedica el Balón de Oro a Nelson Mandela

Gullit, van Basten y Rijkaard en el AC Milán
Gullit, van Basten y Rijkaard en su etapa en el AC Milán
La fórmula de juntar holandeses le había dado muy buen resultado a Sacchi, de modo que para la temporada 1988/1989, aterrizó en Milanello un holandés que no había disfrutado de muchos minutos en la liga española. Se trataba de Frank Rijkaard, procedente del Real Zaragoza. Gullit conocía a Rijkaard desde su infancia, de hecho llegó a coincidir con él en el DWS cuando ambos iniciaban sus carreras. 
En la temporada 1988/1989 el Milán no pudo revalidar su título de liga. No obstante, el equipo de Sacchi logró levantar la Liga de Campeones. Para llegar a la final, el Milán tuvo que enfrentarse en semifinales contra el Real Madrid de la Quinta del Buitre. En el partido de ida en el Santiago Bernabeu el encuentro finalizó con el empate a uno. Todo quedaba para la vuelta en el estadio de San Siro. En ese partido el Milán practicó una auténtica lección de fútbol y apabulló al Real Madrid de Leo Beenhakker. Al final de los noventa minutos el tanteador reflejaba un indiscutible 5-0. Gullit fue el autor del tercer gol y el asistente del primero y del cuarto. Pero todo no fueron buenas noticias para el Milán, Ruud Gullit sufrió una lesión y era duda para la final que se disputaría un mes después en el Camp Nou frente al Steaua de Bucarest.



Pero Gullit llegó en condiciones para la final de la Liga de Campeones. Ganar al Steaua no fue mucho más difícil para el Milán que lo que había sido derrotar al Real Madrid en la vuelta de semifinales. Gullit demostró que estaba en plena forma abriendo el marcador antes de que se cumplieran los veinte minutos de juego. Van Basten haría el segundo tanto y Gullit repetiría antes de llegar al descanso. Poco después de que se reanudara el juego, van Basten estableció el definitivo 4-0. El Milán exhibía su superioridad por toda Europa y Gullit conquistaba así su primera Liga de Campeones.



En la temporada 1989/1990 la desgracia se cebó con Gullit. El holandés tan solo pudo disputar dos encuentros de Liga en toda la temporada debido a las lesiones sufridas en los ligamentos de su rodilla derecha.  Pero no todo iban a ser desgracias para Ruud. Gullit llegó a tiempo para disputar la final de la Liga de Campeones frente al Benfica. El Milán repitió título gracias a un solitario gol de Rijkaard y Gullit disputó los 90 minutos.
En la campaña 1991/1992 llegó al banquillo rossonero el pragmático Fabio Capello tras un año en blanco con Sacchi. En estos dos años Gullit gozó de una relativa continuidad en el juego a pesar de que las lesiones musculares persistían. De la mano de Capello volvieron a llegar los resultados y el Milán conquistó el Scudetto. A la temporada siguiente Capello repetiría el título doméstico, no obstante el papel de Gullit en el equipo se fue debilitando hasta el punto de disputar 15 partidos de Liga en los que eso sí, logró anotar 7 tantos. Al finalizar dicha temporada Gullit fue traspasado a la Sampdoria de Eriksson.




Ruud Gullit celebra un título con la Sampdoria
En la Sampdoria Gullit volvió a recuperar su antiguo nivel futbolístico, las lesiones le dejaron brillar y se erigió en el líder de un equipo en el que contaba con excelentes escuderos (Platt, Jugovic, Serena, Mancini, Vierchowood, etc). En el primer enfrentamiento entre Sampdoria y Milán con Gullit en el bando blucerchiati, los de Erikson se hicieron con la victoria por 3-2, precisamente gracias a un gol de Ruud Gullit. De este modo, Gullit se tomó su vendetta  particular con Capello. De la mano de Gullit la Sampdoria se hizo con la Copa de Italia al derrotar en la final al Ancona por el abultado marcador de 6-1. Gullit fue el encargado de abrir la lata con un libre directo que tocó en la barrera rival.





Impresionado el Milán por el rendimiento de Gullit con 31 años y varias lesiones a su espalda, Capello decidió reincorporarlo a sus filas para la temporada 1994/1995. Esa fue una temporada perdida para Gullit, pues apenas contó con oportunidades para jugar. A mitad de la temporada el holandés se volvió a marchar, esta vez cedido, a la Sampdoria.


Gullit, mánager del Chelsea
En 1995 Ruud Gullit firma por el Chelsea. La decisión de firmar con el equipo inglés fue, según el propio Gullit ha confesado, una decisión para conseguir una mejor calidad de vida. Con 33 años y montones de títulos a sus espaldas, Gullit buscaba una ciudad para vivir bien y pensar en la comodidad de su familia. En principio, Glenn Hoddle pensó en usarlo como extremo, pero finalmente lo colocó en el centro del campo. En su primer año en Inglaterra Gullit fue titular indiscutible. A la temporada siguiente Glenn Hoddle se marchó y Gullit cogió las riendas del banquillo blue. En su primera temporada como entrenador-jugador logró conquistar la FA Cup al vencer por 2-0 al Middlesbrough en la final. En febrero de 1998 dejó el Chelsea, en el banquillo le sustituyó Gianluca Vialli.
A la temporada siguiente se hizo cargo del banquillo del Newcastle, equipo que llevó a la final de la FA Cup, donde cayó derrotado frente al Manchester United. Posteriormente, Gullit probaría suerte en los banquillos del Feyenoord, LA Galaxy y Terek Grozny, sin demasiado éxito.

Gullit con van Basten celebrando la Euro 1988Con la selección holandesa Ruud Gullit llegó a disputar 66 partidos, participando en la Eurocopa de 1988 y en el Mundial de 1990. Sin duda alguna el mejor momento de Gullit vistiendo la camiseta orange se produjo cuando conquistó la Eurocopa 1988 en Alemania. En la final de este campeonato, la Holanda de Gullit, van Basten, Rijkaard o Ronald Koeman se enfrentaba en la final a la URSS de Lobanovsky. Ya se habían enfrentado en el grupo y la URSS se impuso por 1-0 a Holanda. Pero en la final la historia fue bien distinta. Con poco más de media hora de partido disputada, Ruud Gullit adelantó a Holanda con un certero y potente cabezazo ante el que nada pudo hacer Rinat Dasaev. Posteriormente Marco van Basten se convertiría en leyenda anotando el gol más bello que nadie haya conseguido anotar en una final de un campeonato de selecciones.


Gullit levanta la Eurocopa 1988
Gullit (capitán de Holanda) levanta su único título a nivel de selecciones: la Euro de 1988
En el Mundial de Italia en 1990, Holanda no corrió la misma suerte y cayó eliminada en octavos de final frente a la RFA de Völler, Klinsmann, Matthäus, Littbarski, etc. Ruud Gullit solo consiguió anotar un tanto en ese torneo, en el grupo inicial frente a Irlanda.