"Un equipo es como un buen reloj: si se pierde una pieza todavía es bonito, pero ya no funciona igual"
Ruud Gullit fue uno de los grandes artífices de aquella gran Holanda de los años 80 junto a otros jugadores de talla mundial como Marco van Basten, Frank Rijkaard, Ronald Koeman, Vanenburg, Wouters, etc. Es curioso que pasados más de 20 años aún se hable y se recuerde a La Naranja Mecánica de la década de los ochenta. El fútbol practicado por esa selección fue suficiente para cambiar radicamente el concepto que se tenía del fútbol. Ya no sólo importaba el resultado. El estilo de juego combinativo comenzó a desarrollarse y a atraer al espectador. Esa Holanda trajo consigo las grandes innovaciones futbolísticas además de un estilo de toque bien definido. La posición de los jugadores dejó de ser tan rígida como lo era hasta entonces. Primaba la posesión del esférico y para conservarla, los jugadores tenían casi una libertad total de movimientos. A diferencia de la Holanda de Cruyff, en la Holanda de los ochenta no había un crack por encima de todos como lo fue el propio Johan Cruyff en su momento. La Holanda de los ochenta era un conglomerado de jugadores muy fuertes físicamente, con una gran calidad técnica y una enorme polivalencia sobre el campo. Ese modelo no entendía de nombres propios. Se comenzó la década con jugadores como Rensenbrink, Rep, Neeskens o Krol que llevaron a la selección a una final de Mundial frente a Argentina en la que no se logró el título. Gullit, van Basten, Rijkaard y compañía tomaron el testigo a finales de la década, llevando el modelo a su máximo nivel en la final de la Euro`88 celebrada en la RFA. Los Países Bajos derrotaron a la URSS y se proclamaron campeones de la Europa.
Rudolphus Dil Gullit nace el 1 de septiembre de 1962 en la capital de los Países Bajos, Ámsterdam. Su padre, natural de Surinam, ejercía en Ámsterdam de profesor de economía en una escuela. Gullit fue el resultado de la relación entre su padre y su buitenvrow (amante). A los 10 años, Ruud Gullit comenzó a practicar el fútbol formando parte del Rozendwarstraat. Al poco tiempo comenzó a jugar para otro club de Ámsterdam, el DWS. En ese quipo coincidió con futuras estrellas como Rijkaard, Ronald Koeman o Kieft.
Gullit con la camiseta del HFC Haarlem
A los 16 años comenzó a jugar para el HFC Haarlem, entrenado por el galés Barry Hughes, siendo el jugador más joven en debutar en la Eredivise. Gullit se desenvolvía en este equipo en la posición de extremo. En la temporada 1981/1982, el Haarlem logró la clasificación para la Copa de la UEFA. Gullit consiguió con el Haarlem anotar 32 goles en los 91 partidos que jugó. Barry Hughes llegó a decir de él que era el Duncan Edwards holandés.
Gullit con el Feyenoord
En 1982 y tras ser pretendido por el Arsenal o el Ipswich Town, Gullit se convierte en nuevo jugador del Feyenoord. Es aquí cuando comienza a jugar en la posición de centrocampista. En el equipo de los industriales Gullit llegó a jugar con su ídolo desde la infancia, un tal Johan Cruyff ,en la temporada 1983/1984. Ese mismo año, en un partido contra el St. Mirren FC, perteneciente a la primera ronda de la Copa de la UEFA y disputado en St. Mirren Park, Gullit recibió insultos racistas por parte de los aficionados escoceses. Al acabar el partido declaró: "Es la noche más triste de mi vida". A pesar de ello Ruud Gullit fue el artífice del único gol del partido. En lo que respecta a la liga, el Feyenoord encajó un severo correctivo por parte del Ajax al caer derrotado por 8-2 en la jornada 7. No obstante el equipo de los industriales se recompuso rápidamente. El Feyenoord ocupó el primer puesto de la Eredivisie durante bastantes jornadas. En la jornada 24 el Feyenoord recibía en De Kuip al Ajax, el liderato estaba en juego. Gullit, Cruyff y compañía se tomaron la revancha de aquella humillación sufrida en la ida derrotando al Ajax por 4-1 y sentenciando la Eredivisie. Gullit anotó el primer tanto del encuentro con un magistral lanzamiento de falta. Al acabar la temporada 1983/1984, Gullit levantó su primera liga holandesa. Además, el Feyenoord conseguiría el doblete al hacerse también con la Copa de los Países Bajos. Ruud se marcha del Feyenoord, tras tres temporadas, con 85 partidos y 31 goles.
Gullit vivió una gran etapa en el PSV
En 1985 este prometedor jugador ficha por el PSV Eindhoven a cambio de 1.2 millones de florines. En las dos temporadas en las que Gullit estuvo en el PSV aumentó su palmarés, logrando dos Eredivisie de forma consecutiva. En 1986 Ruud Gullit fue nombrado Futbolista del año en los Países Bajos. Tras dos temporadas en el conjunto granjero en las que llegó a disputar 68 partidos y a marcar 46 goles, comenzaron a llegar ofertas de diversos equipos europeos. Al mismo tiempo los aficionados del Feyenoord lo acusaron de ser un vendido y un avaricioso.
En 1987 el ACMilán entrenado por Arrigo Sacchi le pagó al PSV 18 millones de florines por hacerse con los servicios de Ruud Gullit. Con este fichaje se estableció una nueva cifra récord en el traspaso de un jugador. Sacchi veía en Gullit al sustituto ideal para Ray Wilkins. No obstante, Gullit no llegó solo al club rossonero. Sacchi ficharía ese mismo verano a otro prometedor holandés: un tal Marco van Vasten. La férrea defensa formada por jugadores italianos de la talla de Franco Baresi, Paolo Maldini, Mauro Tassotti o Carlo Ancelotti, unido al talento de Roberto Donadoni y de los neerlandeses Gullit y van Basten en punta, llevaron al Milán a conquistar el Scudetto en esa primera temporada de Gullit en el país transalpino. Gullit formó un gran tridente ofensivo junto con van Basten y Prietro Virdis. La lesión de van Basten le obligó a adelantar su posición siendo reconvertido en delantero.
Gullit logró el Balón de Oro en 1987
En 1987 ha Gullit le fue otorgado el Balón de Oro. Ruud Gullit demostró su compromiso con el apartheid que sufría Sudáfrica dedicándole el Balón de Oro a Nelson Mandela. Además de eso, Ruud Gullit demostró su implicación con la causa participando en el concierto Stop Apartheid que se celebró en 1988. Una vez que Nelson Mandela fue elegido presidente de Sudáfrica, no quiso olvidarse de Gullit, a quien le llegó a decir "Ruud, tengo muchos amigos ahora. Cuando estaba en la cárcel, tú eras uno de los pocos que tenía".
Gullit le dedica el Balón de Oro a Nelson Mandela
Gullit, van Basten y Rijkaard en su etapa en el AC Milán
La fórmula de juntar holandeses le había dado muy buen resultado a Sacchi, de modo que para la temporada 1988/1989, aterrizó en Milanello un holandés que no había disfrutado de muchos minutos en la liga española. Se trataba de Frank Rijkaard, procedente del Real Zaragoza. Gullit conocía a Rijkaard desde su infancia, de hecho llegó a coincidir con él en el DWS cuando ambos iniciaban sus carreras. En la temporada 1988/1989 el Milán no pudo revalidar su título de liga. No obstante, el equipo de Sacchi logró levantar la Liga de Campeones. Para llegar a la final, el Milán tuvo que enfrentarse en semifinales contra el Real Madrid de la Quinta del Buitre. En el partido de ida en el Santiago Bernabeu el encuentro finalizó con el empate a uno. Todo quedaba para la vuelta en el estadio de San Siro. En ese partido el Milán practicó una auténtica lección de fútbol y apabulló al Real Madrid de Leo Beenhakker. Al final de los noventa minutos el tanteador reflejaba un indiscutible 5-0. Gullit fue el autor del tercer gol y el asistente del primero y del cuarto. Pero todo no fueron buenas noticias para el Milán, Ruud Gullit sufrió una lesión y era duda para la final que se disputaría un mes después en el Camp Nou frente al Steaua de Bucarest.
Pero Gullit llegó en condiciones para la final de la Liga de Campeones. Ganar al Steaua no fue mucho más difícil para el Milán que lo que había sido derrotar al Real Madrid en la vuelta de semifinales. Gullit demostró que estaba en plena forma abriendo el marcador antes de que se cumplieran los veinte minutos de juego. Van Basten haría el segundo tanto y Gullit repetiría antes de llegar al descanso. Poco después de que se reanudara el juego, van Basten estableció el definitivo 4-0. El Milán exhibía su superioridad por toda Europa y Gullit conquistaba así su primera Liga de Campeones.
En la temporada 1989/1990 la desgracia se cebó con Gullit. El holandés tan solo pudo disputar dos encuentros de Liga en toda la temporada debido a las lesiones sufridas en los ligamentos de su rodilla derecha. Pero no todo iban a ser desgracias para Ruud. Gullit llegó a tiempo para disputar la final de la Liga de Campeones frente al Benfica. El Milán repitió título gracias a un solitario gol de Rijkaard y Gullit disputó los 90 minutos.
En la campaña 1991/1992 llegó al banquillo rossonero el pragmático Fabio Capello tras un año en blanco con Sacchi. En estos dos años Gullit gozó de una relativa continuidad en el juego a pesar de que las lesiones musculares persistían. De la mano de Capello volvieron a llegar los resultados y el Milán conquistó el Scudetto. A la temporada siguiente Capello repetiría el título doméstico, no obstante el papel de Gullit en el equipo se fue debilitando hasta el punto de disputar 15 partidos de Liga en los que eso sí, logró anotar 7 tantos. Al finalizar dicha temporada Gullit fue traspasado a la Sampdoria de Eriksson.
En la Sampdoria Gullit volvió a recuperar su antiguo nivel futbolístico, las lesiones le dejaron brillar y se erigió en el líder de un equipo en el que contaba con excelentes escuderos (Platt, Jugovic, Serena, Mancini, Vierchowood, etc). En el primer enfrentamiento entre Sampdoria y Milán con Gullit en el bando blucerchiati, los de Erikson se hicieron con la victoria por 3-2, precisamente gracias a un gol de Ruud Gullit. De este modo, Gullit se tomó su vendetta particular con Capello. De la mano de Gullit la Sampdoria se hizo con la Copa de Italia al derrotar en la final al Ancona por el abultado marcador de 6-1. Gullit fue el encargado de abrir la lata con un libre directo que tocó en la barrera rival.
Impresionado el Milán por el rendimiento de Gullit con 31 años y varias lesiones a su espalda, Capello decidió reincorporarlo a sus filas para la temporada 1994/1995. Esa fue una temporada perdida para Gullit, pues apenas contó con oportunidades para jugar. A mitad de la temporada el holandés se volvió a marchar, esta vez cedido, a la Sampdoria.
Gullit, mánager del Chelsea
En 1995 Ruud Gullit firma por el Chelsea. La decisión de firmar con el equipo inglés fue, según el propio Gullit ha confesado, una decisión para conseguir una mejor calidad de vida. Con 33 años y montones de títulos a sus espaldas, Gullit buscaba una ciudad para vivir bien y pensar en la comodidad de su familia. En principio, Glenn Hoddle pensó en usarlo como extremo, pero finalmente lo colocó en el centro del campo. En su primer año en Inglaterra Gullit fue titular indiscutible. A la temporada siguiente Glenn Hoddle se marchó y Gullit cogió las riendas del banquillo blue. En su primera temporada como entrenador-jugador logró conquistar la FA Cup al vencer por 2-0 al Middlesbrough en la final. En febrero de 1998 dejó el Chelsea, en el banquillo le sustituyó Gianluca Vialli.
A la temporada siguiente se hizo cargo del banquillo del Newcastle, equipo que llevó a la final de la FA Cup, donde cayó derrotado frente al Manchester United. Posteriormente, Gullit probaría suerte en los banquillos del Feyenoord, LA Galaxy y Terek Grozny, sin demasiado éxito.
Con la selección holandesa Ruud Gullit llegó a disputar 66 partidos, participando en la Eurocopa de 1988 y en el Mundial de 1990. Sin duda alguna el mejor momento de Gullit vistiendo la camiseta orange se produjo cuando conquistó la Eurocopa 1988 en Alemania. En la final de este campeonato, la Holanda de Gullit, van Basten, Rijkaard o Ronald Koeman se enfrentaba en la final a la URSS de Lobanovsky. Ya se habían enfrentado en el grupo y la URSS se impuso por 1-0 a Holanda. Pero en la final la historia fue bien distinta. Con poco más de media hora de partido disputada, Ruud Gullit adelantó a Holanda con un certero y potente cabezazo ante el que nada pudo hacer Rinat Dasaev. Posteriormente Marco van Basten se convertiría en leyenda anotando el gol más bello que nadie haya conseguido anotar en una final de un campeonato de selecciones.
Gullit (capitán de Holanda) levanta su único título a nivel de selecciones: la Euro de 1988
En el Mundial de Italia en 1990, Holanda no corrió la misma suerte y cayó eliminada en octavos de final frente a la RFA de Völler, Klinsmann, Matthäus, Littbarski, etc. Ruud Gullit solo consiguió anotar un tanto en ese torneo, en el grupo inicial frente a Irlanda.
"El fútbol de Roberto Baggio tiene misterio: las piernas piensan por su cuenta, el pie dispara solo, los ojos ven los goles antes de que ocurran". Fútbol a sol y sombra, Eduardo Galeano.
Roberto Baggio Rizzotti nace el 18 de febrero de 1967 en Caldogno, un pequeño pueblo de 10.000 habitantes en la provincia de Vicenza, al norte de Italia. Nace en el seno de una familia humilde, su padre Fiorindo se ganaba la vida trabajando el hierro. Es el sexto de los ocho hijos que tuvo Fiorindo con Matilde. Su romance con el balón comienza desde una muy temprana edad, a los tres años ya corría detrás de un balón. Roberto era un niño muy revoltoso e inquieto que tenía la cabeza sólo en el fútbol. Antonio Todescato, su antiguo profesor de matemáticas comenta entre risas que si los libros fueran redondos, Roberto sería un genio, un Einstein. Marcelo Gollin, amigo de Baggio cuenta que de joven se apostaba a que desde el centro del campo disparaba al larguero, de diez tiros sólo fallaba los dos primeros. Cuando Baggio jugaba, la pelota era suya, no quería dársela a nadie. Un día su entrenador lo echó por no pasar el balón. Al sábado siguiente, el entrenador le dijo que jugaría si hacía lo que él le dijera, Roberto jugó, anotó siete goles, le dio la mano al entrenador y se fue. Su primer entrenador fue Pietro Zenere, quien recuerda que a pesar de que Roberto era el mejor, era muy egoísta y era justo castigarlo. Un directivo del Vicenza lo vio jugar y le hizo firmar a su padre un contrato que llevara a Roberto al Vicenza. El Caldogna recibió unos 300 euros al cambio. Con 14 años Roberto sale de casa.
En el Vicenza permanece durante tres temporadas, en 1985 se marcha a la Fiorentina. Pero tuvo un serio contratiempo antes de dejar el club vicentini. Roberto disputaba el último partido de la temporada contra el Rímini cuando se romió el ligamento. Pese a esta desgracia, la Fiorentina no se echó atrás con la operación y esperó a que Baggio se recuperase de la lesión durante un año.
Su debut con el club viola se produce de la mano de Eugenio Bersellini el 21 de septiembre de 1986 en un partido disputado en el Artemio Franchi contra la Sampdoria de Boskov. La Fiore venció el partido por dos a cero con sendos goles del argentino Ramón Díaz.
Durante el resto de esa temporada 1986/1987, un Baggio de veinte años disputó cinco encuentros en la Serie A anotando un gol. Ese primer gol de Baggio en la máxima categoría del fútbol italiano llegó el 10 de mayo de 1987 en San Paolo contra el Nápoles de Maradona, al convertir en gol una falta en la frontal del área. El partido concluyó con empate a uno y le sirvió al Nápoles para proclamarse campeón del Scudetto (vídeo de la izquierda).
Durante la temporada siguiente, Roberto Baggio se va haciendo con el puesto de titular en el once inicial de la Fiorentina, en 26 partidos consigue 6 dianas. En los dos años siguientes se convierte en el estandarte del equipo florentino. En la temporada 1988/1989 anota 15 goles y en la 1989/1990 eleva su mejor registro a los 17 tantos. El vídeo de la derecha es una recopilación de los mejores momentos de Il Divin Codino con la camiseta viola.
Roberto Baggio ya es un nombre conocido y su debut con la selección italiana no se hace esperar mucho. Debuta con la selección azzurra el 16 de noviembre de 1988 en un amistoso contra Holanda en el que Italia vence gracias a un gol de Gianluca Vialli. Su primer gol con la selección llega en su tercera participación internacional, en un partido contra Uruguay disputado el 22 de abril de 1989, curiosamente, al igual que en la Fiorentina, también fue en un lanzamiento de falta. Baggio venía a aportarle a la selección Italiana su tremenda calidad con el balón en los pies, y eso fue muy bien recibido en un equipo con tantos trabajadores oscuros destinados a la tarea de destrucción de fútbol. En el vídeo de abajo podrán ver el friqui que Baggio le cuela a Jorge Fernando Seré.
En el Mundial de Italia 1990, Baggio parte con el rol de suplente. Con el paso del campeonato se va ganando el puesto de titular y acaba formando una gran pareja en ataque con Salvatore Schillaci. Italia venció en la primera fase tanto a Austria como a EEUU por un gol a cero y sin Roberto Baggio. El de Caldogno debuta en el Mundial al tercer partido contra Checoslovaquia, partía de titular y anotó en el minuto 78 el "gol del Mundial" (vídeo de abajo). En octavos Italia vence por 2-0 a Uruguay, en cuartos Italia derrota a Irlanda por 1-0. En semifinales Italia se encuentra con Argentina, Baggio partió de suplente. Tras la prórroga, el empate a uno campeaba en el marcador y tocaba jugársela a cara o cruz en la lotería de los penaltys. Baggio transformó en gol su lanzamiento pero Italia cayó derrotada, siendo eliminada en semifinales de su mundial. En el partido por el tercer puesto Italia venció a Inglaterra por dos goles a uno. El primer gol del partido fue obra de Roberto Baggio.
En 1990 Baggio ficha por la Juventus de Turín, por diez millones de euros. Con la cantidad de dinero pagada por la vecchia signora para hacerse con los servicios de Roberto Baggio, se establece un nuevo récord en el mercado futbolístico italiano. Una vez cerrado el traspaso llegó a haber disturbios en las calles de Florencia, pero como el propio Baggio declaró: "en el fondo de mi corazón, siempre seré púrpura", y posteriormente lo demostraría. La Juve, dirigida por Luigi Maifredi reúne a los delanteros titulares de la selección italiana. Schillaci y Roberto Baggio. Roberto viviría en su etapa como juventino uno de sus mejores momentos como futbolistas, mientras que Schillaci nunca llegó a igualar el rendimiento mostrado en la temporada 1989/1990 y en el Mundial de Italia`90. Ese mismo año Baggio fue el ganador del Trofeo Bravo al mejor jugador joven de Europa. Cuando Baggio disputó su primer partido como bianconeri contra la Fiorentina se negó a lanzar un penalty, declaró lo que decíamos antes: que en el fondo de su corazón siempre sería púrpura. Al margen de esta anécdota, la estancia de Baggio en Turín fue muy positiva. En su primera temporada como juventino, Baggio anota 14 goles en liga, 9 en Recopa y 4 en Copa. A la siguiente temporada logra anotar 18 goles en liga. La temporada 1992/1993 fue una de las mejores de Baggio, anotó 21 goles en liga, 6 en la Copa de la UEFA y 3 en la Copa. A nivel de club, Baggio levanta la Copa de la UEFA. La final se jugaba a ida y vuelta contra el Borussia de Dortmund, la ida se jugó en Alemania y Baggio se encargó de sentenciar la eliminatoria con un doblete. El partido acabaría con la victoria juventina por 1-3 (vídeo de abajo), en la vuelta la Juventus también derrotaría al conjunto alemán por 3-0 en Delle Alpi.
A nivel individual, Roberto Baggio consigue en 1993 tanto el Balón de Oro como el FIFA World Player.
En la temporada 1993/1994 Baggio mantiene su buen rendimiento, logra anotar 16 goles en liga, 3 en UEFA y 2 en Copa. En el 1994 Baggio fue Balón de de Plata y ocupó el tercer puesto en el FIFA World Player.
Baggio fue al Mundial de EEUU`94 como líder indiscutible de la azzurra. El inicio de Italia fue muy dubitativo y levantó muchas dudas. En octavos de final Italia jugaba contra Nigeria y el gol de Amunike eliminaba a la azzurra cuando el lateral Roberto Mussi realizó una gran jugada internándose en el área y le sirvió el balón atrás a Baggio que consiguió anotar gol. El partido fue a la prórroga, donde Baggio consiguió el segundo al transformar un penalty. En cuartos Baggio volvía a dar el pase a Italia con un gol en los últimos minutos contra a España. Roberto Baggio estaba siendo el héroe de Italia en el Mundial. En semifinales Italia se enfrentaba a Bulgaria y Baggio consiguió los dos goles que eliminaron al combinado de Penev. Italia llegó a la final contra Brasil, el partido acabó con empate a cero tras una prórroga, Baggio se convirtió entonces en el villano tras fallar el penalty clave en la tanda. Brasil se coronó como campeona del mundo. En el vídeo de arriba aparecen los mejores y peores momentos de Baggio en el Mundial de EEUU`94.
Tras el palo del Mundial, La temporada 1994/1995 sería su última temporada como jugador bianconero y Baggio bajó mucho su rendimiento, disputó 17 partidos en liga y consiguió 8 goles, en UEFA logró 4 goles y en Copa 2. Pese a no ser su mejor temporada a nivel individual, sí lo fue a nivel de club. Baggio se fue de Turín levantando el Scudetto y la Copa italiana. En los dos vídeos de abajo, hay una recopilación de los mejores momentos de Roberto Baggio con la Juventus.
En el verano de 1995 Baggio recibe ofertas de equipos como el Manchester United o el Blackburn Rovers, pero finalmente fichó por el AC Milán tras la presión de Silvio Berlusconi. Sus números no fueron muy allá en sus dos temporadas como rossonero y su rendimiento no llegó a ser como el ofrecido hasta el Mundial de EEUU`94. En su primer año como milanista conquistó el Scudetto. Su segunda y última temporada, la 1996/1997 fue un auténtico desastre para Baggio y para el Milán que acabó la liga en la posición 11 de 18, todo un desastre para un club como el Milán. En el vídeo de la izquierda aparecen los mejores momentos de Baggio en el Milán (obviamente el vídeo no es muy largo).
En 1997 Baggio fue transferido al Bolonia, equipo en el que sólo permaneció una temporada y donde recuperó su mejor nivel anotando 22 goles en liga y 1 en Copa. Formó delantero con el ruso Igor Kolyvanov y el sueco Kennet Andersson.
En el Mundial de Francia 1998 Italia fue eliminada en cuartos tras perder en la tanda de penaltys contra la anfitriona Francia. Esta vez Baggio sí anotó su penalty, aunque no sirvió para nada. Antes, Baggio había conseguido anotar un gol de penalty en el primer partido contra Chile.
Tras el Mundial de Francia`98 Roberto Baggio firmó por el Inter de Milán. No obstante Baggio siempre consideró esto como una mala decisión. Su entrenador Marcello Lippi le apartó de la titularidad. Roberto siempre consideró que su suplencia se debía a comentarios negativos que realizó sobre el entrenador. Debido a las malas relaciones con Lippi, Baggio abandonó el conjunto neoazzurri tras dos años. Sus mejores jugadas con el club lombardo están recogidas en el vídeo de la izquierda.
En el 2000 Baggio firma con el Brescia donde realiza una aceptable primera campaña con 10 goles en liga. El comienzo de sus segunda temporada en el Brescia fue demoledor con 8 goles en 9 partidos. Desgraciadamente sufrió una lesión de menisco y del ligamento cruzado de la pierna izquierda que le tuvo 76 días apartado de los terrenos de juego. Su segunda temporada en el Brescia concluyó con 11 goles en 12 partidos. Aún estuvo dos años más en el Brescia, en ambos anotó 12 goles en liga.
Baggio jugó su último partido con la selección italiana el 28 de abril de 2004, se trató de un partido de homenaje jugado contra España. En 56 partidos como internacional anotó un total de 27 goles.
Roberto Baggio se retira en el 2004, su último partido lo jugó en San Siro contra el Milán. En este partido su entrenador decidió sustituirlo en el minuto 88 para que el mítico jugador recibiera la ovación del público. Con su retirada, el Brescia tuvo el gesto de retirar la camiseta con el dorsal número 10. En el vídeo de la derecha mostramos los mejores momentos de Baggio con el Brescia. En el vídeo de abajo, vemos la despedida de Roberto Baggio como jugador, en San Siro.
Cuando colgó las botas, Roberto Baggio había conseguido anotar un total de 205 goles en la Serie A (sexta mejor marca en la Serie A).