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viernes, 24 de mayo de 2013

BORUSSIA DORTMUND 3-1 JUVENTUS (28-05-1997)

Borussia Dortmund 1996/1997

El 2013 está siendo sin duda alguna el año del fútbol alemán. Los buenos futbolistas técnicos que están apareciendo últimamente por la selección alemana, están cambiando el modelo histórico del fútbol alemán. Aunque con excepciones, parece que ahora en la Bundesliga predomina más el toque  y la calidad que la fuerza y la potencia física. Para que se continúe con una apuesta tan arriesgada y contracultural en el país germano, esta tiene que dar buenos resultados. Y en este 2013, estos resultados han comenzado a aparecer. Hasta esta temporada, solo un país había visto una final de Champions League entre dos equipos del mismo país, este país fue España, los equipos fueron Real Madrid y Valencia y la temporada fue la 1999/2000. Bayern de Munich y Borussia Dortmund se jugarán en un partido fratricida la Champions League. El mérito del éxito alemán está en una apuesta arriesgada y valiente así como en un modelo de negocio muy distinto al que impera hoy día en España. En Alemania ver los estadios de fútbol a rebosar durante los partidos de liga es lo más habitual , aunque estos sean de la 2.Bundesliga (Segunda División alemana). Apoyados por una afición incondicional y unos directivos coherentes, la Bundesliga le ha propinado un severo varapalo a la Liga española. No solo por el hecho de que la final enfrente a dos equipos alemanes, sino por el hecho de que en semifinales el Borussia Dortmund ha vencido al Real Madrid y el Bayern de Munich ha destrozado al FC Barcelona. Mucho mérito la temporada del Bayern de Munich, pero desde mi punto de vista, mayor es aún el del Borussia Dortmund, que sin excesos económicos y con una apuesta de buen juego y de jóvenes futbolistas, está viviendo uno de sus mejores momentos deportivos. Es relativamente habitual ver al Bayern Munich en una final de Champions, pero en absoluto lo es ver al Borussia Dortmund. De hecho, el equipo de Dortmund solo ha participado (y ganado) en una final de Champions League. Esta fue en 1997, y al igual que en esta temporada, su adversario era el gran favorito. En aquella ocasión la presión no le pudo, ¿se repetirá la historia?

Contexto. 1997 era aún una época coherente. A la Champions League (Liga de Campeones) iban los campeones de liga de cada país europeo. De forma que esta competición era un premio al campeón del torneo de la regularidad. Además, los países con ligas menores podían evaluar su nivel en este torneo, de forma que a jugadores con cierto renombre no les importaba marcharse a una liga menor si su equipo de destino jugaba la Champions League. La competición tenía una ronda menos, por lo que el calendario de los equipos que participaban estaba más desahogado que el de los que participan hoy en día. Esto facilitaba, por ejemplo, que los jugadores llegaran más descansados a los torneos de selecciones continentales e internacionales. Pero todo esto cambió drásticamente cuando el negocio se apoderó totalmente del fútbol. Las ligas más potentes económicamente tendrían más representación que las consideradas menores, quedando estas últimas relegadas a la venta de sus mejores jugadores y poco más (nadar para morir en la orilla). Cuando el negocio superó al fútbol, a pocos pareció importarle el motivo por el que en su momento decidió llamarse a este torneo Liga de Campeones:
- ¿Que dos equipos alemanes se enfrentan en la final y solo uno ha sido campeón de la Bundesliga?
- Sí, bueno, pero mejor dos alemanes (que mueven mucho dinero), que un alemán y un holandés.

El Borussia Dortmund  de Ottmar Hitzfeld llegó a la final de la Champions tras dejar en la cuneta al Auxerre de Guy Roux en cuartos y al Manchester United del eterno Ferguson en semifinales. Un dato que habla por sí solo de la confianza del Borussia Dortmund fue el hecho de haber vencido tanto al Auxerre como al United en casa y a domicilio. El rival del conjunto alemán en la gran final sería la Juventus de Marcello Lippi, que dejó en el camino al Rosenborg y al Ajax de Amsterdam de Van Gaal.

La Juventus llegaba a la final como la gran favorita para llevarse el título, entre sus filas aparecían jugadores de gran talento como Zinedine Zidane o Alessandro Del Piero. Esta creatividad unida a la capacidad defensiva de nombres como Montero o Ferrara y el hecho de ser el vigente campeón, y el dominador de la Serie A (mejor liga europea por aquel momento) le otorgaban el cartel de favorito.

El Borussia Dortmund se colaba por primera vez en una final de Champions League, y a pesar de contar en sus filas con el vigente Balón de Oro (Matthias Sammer, reconozcámoslo, no fue un gran año), el equipo alemán lo fiaba todo a su unidad como bloque y al carácter competitivo que caracteriza a los germanos.

Riedel celebra el primer gol del Borussia Dortmund en la final de Champions League de 1997Partido. El Olympiastadion de Munich era el estadio elegido para acoger la final de la Champions League de 1997. A ella llegaron la vigente campeona y gran favorita, la Juventus de Turín y el Borussia Dortmund, equipo que debutaba en una gran final de la Liga de Campeones.
La Juventus comenzó el partido practicando un juego directo, que apunto estuvo de darle ventaje en el marcador, pero Christian Vieri perdonó estrellando su lanzamiento en el lateral de la red defendida por Klos. El que no perdonó fue el Borussia Dortmund. La primera ocasión de la que gozó la transformó en gol. Se rondaba la media hora de partido cuando un córner despejado por la defensa italiana era devuelto al área, en el barullo, Karl Heinz Riedle, más atento que nadie golpeó el balón con la zurda introduciéndolo en la portería defendida por Peruzzi. Si alguien pensaba que se trataba de la suerte del principiante, cinco minutos después de haber tomado ventaja en el marcador, Riedle volvió a hacer el segundo gol, esta vez al cabecear un córner. La final se ponía muy cuesta arriba para el equipo italiano en el que solo Zidane daba la cara y le creaba peligro a la zaga alemana.


Gol de Riedle de cabeza contra la Juventus en 1997
Marcello Lippi optó por dar entrada a Alessandro Del Piero tras el descanso, ocuparía el lugar de Porrini y la Juventus pasaría a cerrar con defensa de tres. La Juventus comenzó a crear en unos minutos más peligro que durante toda la primera mitad. Por una parte, era su obligación pero por otra, el Borussia Dortmund empezaba a jugar con el marcador y el resultado. Pasaba la hora de partido cuando una gran jugada del croata Boksic era aprovechada por Del Piero, para con un exquisito taconazo recorta la distancia en el marcador.
Hitzfeld decidió refrescar el ataque y retirando al bigoleador Riedle y al suizo Chapuisat, entraron al terreno de juego Herrlich y Lars Ricken. No llevaba ni un solo minuto en el campo Ricken, cuando Möller le sirvió un pase al hueco perfecto aprovechándose de que la Juventus se encontraba volcada en ataque. Ricken, nada más llegar al esférico, lanzó una vaselina inalcanzable para Peruzzi, poniendo el 3-1 en el marcador y sentenciando la final.
El Borussia Dortmund había llegado a su primera final de Champions League para ganarla, y eso es lo que hizo.

ALINEACIONES:
  • Borussia Dortmund: Klos; Kohler, Sammer, Kree; Reuter, Lambert, Paulo Sousa, Heinrich; Möller (Zorc, m.89); Chapuisat (Ricken, m.70), Riedle (Herrlich, m.67).
  • Juventus de Turín: Peruzzi; Porrini (Del Piero, m.46), Ferrara, Montero, Iuliano; Deschamps; Di Livio, Jugovic; Zidane; Boksic (Tacchinardi, m.88), Vieri (Amoruso, m.73).
Goles: 1-0, m.29: Riedle. 2-0, m.34: Riedle. 2-1, m.64: Del Piero. 3-1, m.71: Ricken.

Árbitro: Sandor Puhl (húngaro). Mostró tarjeta amarilla a Paulo Sousa y Ricken por el Borussia Dortmund y a Iuliano y Porrini por la Juventus.


Temporada. La Juventus se hizo con el título de la Supercopa de Europa, de la Intercontinental y el Scudetto. El Borussia Dortmund se proclamó campeón de la Supercopa alemana al derrotar al Kaiserlautern en los penaltys al comienzo de temporada. En la Bundesliga, el equipo de Hitzfeld quedó relegado al tercer puesto y no pudo revalidar el título de campeón que consiguiera en la temporada anterior, en su lugar realizó la hazaña de ganar su primera Champions League.


Posteriores participaciones europeas del Borussia Dortmund. En la siguiente temporada se aumentó el formato de la Champions League y comenzaron a disputarla algunos equipos que habían quedado segundos en sus ligas. El Borussia Dortmund, al que llegó Nevio Scala en sustitución de Hitzfeld, disputó esta competición al ser el vigente campeón. Caería eliminado en semifinales a manos del Real Madrid. Volvería a participar en la temporada 1999/2000, cayendo en el grupo de la primera fase y pasando a la Copa de la UEFA, competición en la que sería eliminado por el Galatasaray en octavos de final. En la temporada 2001/2002, el Borussia volvería a caer eliminado de la Champions en la primera fase, pasaría a la UEFA, competición en la que llegaría hasta la final cayendo derrotado en esta frente al Feyenoord. En la 2002/2003, llegaría hasta la segunda fase de la Champions. En la 2003/2004 volvió a caer en primera fase de Champions y en segunda ronda de la UEFA. En el 2004/2005 y 2005/2006 disputaría sin éxito alguno la Copa Intertoto. En la 2008/2009 volvería a la Copa de la UEFA, cayendo en primera ronda. En la 2010/2011 participó en la Europa League, siendo eliminado en el primer grupo. La temporada pasada (2011/2012) fue eliminado de nuevo en primera ronda de la Champions League. Esta temporada, el Borussia Dortmund de Jürgen Klopp se encuentra ante una oportunidad única de volver a conquistar el torneo más importante del mundo a nivel de clubes tras 16 años.



Borussia Dortmund vence a la Juventus en la final de la Champions League 1997

domingo, 7 de abril de 2013

PAOLO DI CANIO

Di Canio en el Lazio Roma
"Estamos en democracia y yo estoy muy orgulloso de ser romano, así que festejé el gol con el saludo romano, que lo hacían Marco Antonio y Adriano, 2000 años antes que Mussolini"
Paolo Di Canio nace en Roma el 9 de julio de 1968. Desde muy pequeño comienza a interesarse por el mundo del fútbol, dando sus primeros pasos en las categorías inferiores de la Pro Tevere Roma. Poco tiempo después, es fichado por la Lazio. En 1986, un joven Di Canio, de 18 años, se marcha cedido a la Ternara, equipo de la Serie C2. Su actuación en este humilde club, le vale a Paolo para regresar con más experiencia a la Lazio.  El equipo biancoazzurro se encontraba por aquel entonces en la Serie B italiana. Sería en esa misma temporada cuando el conjunto aquilotti ascendería a la Serie A. Di Canio permaneció por dos temporadas más en el club romano. A pesar de jugar una cantidad bastante importante de partidos, sus cifras goleadoras no estaban a la altura de un delantero centro (30 partidos y un gol en su debut en la Serie A, y 24 partidos y 3 goles en la siguiente temporada). 

Di Canio en la Juventus de Turín
Di Canio en la Juventus
No obstante, su juventud, su entrega y su juego pasional le sirvieron para marcharse, en el verano de 1990, a una Juventus de Turín campeona de la UEFA. En Turín, compartiría vestuarios con jugadores de la talla de Roberto Baggio, Thomas Hässler, Salvatore Schillaci o Pierluigi Casiraghi. La gran competencia existente en su posición lo relegaron al banquillo, sin embargo, llegó a disputar 34 partidos, en los que consiguió anotar la pírrica cifra de 3 goles. Esta primera temporada en el club turinés, le valió a Di Canio para ser enviado al ostracismo del banquillo en su segundo año como jugador bianconero. Con Giovanni Trapattoni como nuevo entrenador en la temporada 1991-1992, la Juventus consiguió un meritorio segundo puesto en liga (por detrás del gran Milán de Cappello) y llegar a la final de la Coppa Italia, que perdería frente al Parma (1-0 en la ida para la Juve y 2-0 para el Parma en la vuelta). Di Canio tan solo disputó 917 minutos en liga, en los que no consiguió anotar ni un solo gol. Con 24 años, Di Canio iniciaba su tercera temporada en la Juventus. A pesar de que Trapattoni seguía al frente del banquillo del club turinés, algo cambió para el jugador romano. Aumentó su participación en los encuentros, disputando un total de 31 partidos en liga, 7 en UEFA y 5 en la Coppa Italia, aunque eso sí, la mayor parte de ellos fueron saliendo desde el banquillo. Lo que en absoluto mejoró fueron sus registros goleadores, tan paupérrimos como las temporadas anteriores: en 43 partidos disputados entre todas las competiciones, Di Canio tan solo acertó en 3 ocasiones (todas en liga) a batir al portero rival. En esa temporada, di Canio consiguió su primer título: la Copa de la UEFA frente al Borussia Dortmund (1-3 en la ida y 3-0 en la vuelta). La Juventus, con muchos jugadores de gran nivel en las posiciones de ataque, y viendo que Di Canio no progresaba, decidió traspasarlo al Nápoles.

Di Canio en el Nápoles
En el Nápoles, Di Canio tan solo permaneció una temporada. Allí, entrenado por Marcello Lippi, Paolo Di Canio formó pareja de ataque con el uruguayo Daniel Fonseca. Sin embargo, su falta de olfato goleador no le ayudó mucho a seguir en el equipo napolitano (mientras Di Canio anotó 5 goles en 26 partidos, su compañero Fonseca anotaría 15 en tan solo 27). Su siguiente destino sería el AC Milán de Fabio Capello. Con tan solo 26 años, Paolo Di Canio se había convertido en un auténtico trotamundos del fútbol pasando por 5 equipos en 8 años. Parece increíble, pero este tosco jugador siempre encontraba un equipo grande que se interesara por él.


Di Canio rossonero
Di Canio en el AC Milán
Es así como llega al AC Milán en la temporada 1994/1995. Entre los Donadoni, Savicevic, Gullit, Albertini, Boban o Simone, se coló este orgulloso italiano con más corazón que clase. Como era de esperar en un equipo repleto de figuras ofensivas, Di Canio apenas gozó de oportunidades (entre todas las competiciones participó en 19 partidos anotando un gol). En su segunda temporada como rossonero, Di Canio se proclama campeón de la Serie A. En esa misma temporada, anotaría 6 goles en 32 partidos entre todas las competiciones. Su relación con Capello no era la idónea, tras terminar la temporada 1995/1996, decidió abandonar el Milán. Futbolísticamente, Di Canio no aportó demasiado al AC Milán en sus dos temporadas como rossonero, pero fue un futbolista que quedó en el recuerdo de la hinchada milanista por su entrega.

Tras pasar por casi todos los grandes de Italia, Di Canio pone rumbo a Escocia, donde ficha por el Celtic de Glasgow. Allí es declarado futbolista del año. Su gran actuación en tierras escocesas levanta el interés de algunos equipos ingleses. Es así como tras un año en el Celtic, Paolo Di Canio pone rumbo a la Premier League inglesa.

Paolo Di Canio siempre fue un jugador muy querido por los aficionados

Di Canio con el Sheffield
Di Canio en el Sheffield Wednesday
En 1997 es fichado por el Sheffield Wednesday, equipo que gracias a sus 12 goles en 32 partidos de Premier, evita el descenso a la First Division. Comienza la siguiente temporada con el Sheffield, pero es transferido en el mercado invernal de 1999 al West Ham. Allí permanece hasta el final de la temporada 2002-2003 firmando sus mejores años como futbolista. En la temporada 1999/2000, además de ganar la Copa Intertoto, firmó su mejor registro goleador como futbolista profesional, con 16 tantos en 30 partidos de Premier (18 en 45 si sumamos todas las competiciones). El 16 de diciembre del 2000, en un partido en Goodison Park contra el Everton, Paolo Di Canio cogió el balón con las manos cuando se encontraba en una posición franca para marcar debido a que paul Gerrard, el guardameta rival, se encontraba tendido en el suelo. Esta acción le valió el Premio Fair Play.

Di Canio defendiendo la camiseta del West Ham

A pesar de abandonar el West Ham en 2003, Di Canio permanece una temporada más en la Premier league, concretamente en el Charlton Athletic.

Di Canio haciendo el saludo fascista
Con 36 años, Di Canio decide volver al Lazio, el club de sus amores. En esta operación, el delantero italiano salió perdiendo dinero. Pero como siempre dijo: "con esta camiseta no tengo miedo a nada". A pesar de su edad, juega con bastante regularidad durante dos temporadas, en las que consigue anotar siete tantos en cada una. El 6 de enero de 2005, el Lazio venció a la Roma por 3-1. Di Canio volvió a marcarle un gol a la Roma (cosa que ya hizo en su primera etapa lazial) y, al igual que ya hiciera en su primera ocasión, volvió a celebrarlo con el saludo fascista. Esta acción le conllevó una suspensión y una multa de 10.000 euros impuesta por la Asociación de Fútbol de Italia. Lo preocupante fue que este gesto de Di Canio fue respondido con miles de brazos en alto desde la grada. De sobra es conocida la radicalidad de cierto sector de los aficionados de la Lazio (el grupo ultra Irreducibili), que veían en Di Canio a su mayor referente y así como a su modelo a seguir. En su alegato de apelación, Di Canio declaró: "el saludo romano lo hago porque es un saludo de camarada a camarada y está dedicado exclusivamente a mi gente y no a incitar a la violencia, ni mucho menos al odio racial".

Paolo Di Canio nunca ha ocultado su ideología fascista ni su admiración por Benito Mussolini. La trascendencia de ese gesto fue tal que Alessandra Mussolini, nieta del Duce y eurodiputada de Alternativa Sociale comentó "Fue muy hermoso, el saludo romano, me encantó", "Le escribiré para que sepa mi agradecimiento". Asimismo, este gesto de Di Canio también fue repudiado por el resto de los sectores políticos. Di Canio lleva tatuado en el brazo derecho la palabra "DUX" (sobrenombre con el que se conocía a Mussolini). En una entrevista que realizó en su juventud ya declaró: "Mussolini fue un hombre profundamente incomprendido. Básicamente fue un líder ético y con principios".

Debido a la enorme tensión que se vivía en la Lazio por las actuaciones y declaraciones de Di Canio, Claudio Lotito, presidente y mayor accionista de la Lazio, decidió no renovar a paolo Di Canio.

Paolo Di Canio con la camiseta de la Cisco Lazio
Di Canio en su presentación con la Cisco Roma
En julio de 2006, Di Canio firma un contrato con el Cisco Roma de la Serie C2. Paolo declaró: "para mí no es un problema jugar en la Cuarta División, dado que justamente aquí inicié mi carrera". Di Canio permaneció en el Cisco Roma hasta marzo de 2008, cuando anunció su retirada de los terrenos de juego.

Una vez retirado, Di Canio consiguió el título de entrenador. Su primer equipo fue el Swindon Town, al que cogió en mayo de 2011 y ascendió ese mismo año a la Second Division (Tercera División inglesa). Comenzó al temporada 2012/2013 al frente del banquillo del mismo club, donde permaneció hasta que hace unos días firmó por el Sunderland para sustituir a Martin O'Neill. Este fichaje suscitó un gran revuelo en el Sunderland, ya que no todos los miembros de la dirección del club estaba de acuerdo con su fichaje, no ya por su inexperiencia en los banquillos, sino por su ideología política. Esto provocó que el vicepresidente del Sunderland, David Miliband, dimitiera de su cargo.

Está claro que todos los futbolistas tienen derecho a tener su propia ideología política, sea cual sea, pero no por ello deben aprovechar su situación privilegiada (mediáticamente hablando) para darla a conocer en un terreno de juego. De mezclar política y deporte no va a salir nada positivo. Si un futbolista tan mediocre como Paolo Di Canio es hoy día  tan mundialmente conocido, está claro que no es por sus méritos dentro de un terreno de juego. Cuando un futbolista da a conocer de una manera tan clara su ideología política, debe asumir que eso provocará el rechazo de muchos dirigentes, clubes y aficionados.

viernes, 19 de octubre de 2012

SALVATORE SCHILLACI. 'Totò'

Totò Schillaci
"Ser delantero se ha convertido en un oficio difícil, pero siempre es mejor que trabajar"


Salvatore Schillaci nace el día 1 de diciembre de 1964 en la isla de Sicilia, concretamente en la costera localidad de Palermo. De familia pobre, se dedicó al fútbol desde muy pequeño jugando para el Amat Palermo, un equipo de aficionados. 

En 1982 firmaría su primer contrato como profesional con el Messina. Equipo en el que permanecería demostrando sus habilidades goleadoras hasta 1989 (en 219 partidos anotó 61 goles). En esos siete años en el equipo siciliano, Totò Schillaci, no había jugado nunca ni un solo partido en la Serie A. 



Totò Schillaci ficha por la Juventus
Schillaci en la Juventus
En el verano de 1989, con 25 años, Schillaci se encontró ante la oportunidad de su vida. Le llegó una oferta de un equipo de la Serie A. No se trataba de un cualquiera. Era la Juventus de Turín, entrenada por Dino Zoff, quien decidió apostar por este inexperto delantero para liderar el proyecto bianconero.

Totò no desaprovechó esta oportunidad que le había brindado el destino y se marcó una temporada prácticamente perfecta con 15 goles en la Serie A. Además conquistó la Coppa Italia (contra el AC Milán) y la UEFA (contra la Fiorentina). El colofón ha esta temporada fue su inclusión en la lista de convocados de Azeglio Vicini para disputar el Mundial de 1990, en el que Italia sería la selección anfitriona.


Su debut con la selección de Italia se produjo tres meses antes del comienzo del Mundial: en un amistoso disputado contra Suiza en el que Schillaci fue titular y la azzurra logró imponerse por 0-1.


El Mundial arrancó para la selección anfitriona el 9 de junio de 1990, el lugar era el Stadio Olimpico de Roma y el rival la selección de Austria. Schillaci partía como suplente de Vialli y Carnevale. Italia dominaba el partido sin dificultades pero el tiempo pasaba y el gol no llegaba. En el minuto 75, Schillaci sustituye a Carnavale. Tres minutos después Schillaci remataba de cabeza un centro de Gianluca Vialli y anotaba el gol de la victoria azzurra para delirio de los casi 74.000 espectadores que se dieron cita en el Stadio Olimpico. Italia venció en su debut frente a Austria por 1-0.


La siguiente parada para Italia le enfrentaba a Estados Unidos, Schillaci volvió a partir del banquillo para salir al campo al poco de comenzar la segunda parte. Giannini anotó el gol de Italia en el minuto 11 y así concluyó el partido. Italia sumaba una nueva victoria por la mínima (1-0).


En el último partido del grupo, Italia ya se encontraba clasificada para octavos de final y se disputaba el liderato de grupo contra Checoslovaquia. Esta vez Totò Schillaci formó delantera de inicio con Roberto Baggio. Antes de que se cumplieran los primeros diez minutos de juego, Schillaci ya había adelantado a Italia en el marcador con otro cabezazo. Roberto Baggio firmaría posteriormente un auténtico golazo que establecería en el luminoso el 0-2 final.



Schillaci en octavos de final de Italia 1990
Schillaci celebra su gol ante Uruguay
Italia llegaba a los octavos de final y la nueva piedra en el camino era la Uruguay de Francescoli. Schillaci ya se había consolidado como titular en ataque junto a Roberto Baggio y empezaba a ser conocido como "el padrino del gol". Tras algunas ocasiones falladas por Totò, en el minuto 65 recibió un balón de Serena en la media luna del área. Totò empalmó un zurdazo con toda su alma ante el que nada pudo hacer el arquero uruguayo Alvez. Schillaci volvía a adelantar a la selección italiana. Cuando el partido llegaba a su final, Serena estableció el 2-0. Italia ya se encontraba en cuartos de final de su Mundial.

Irlanda era el nuevo obstáculo para la escuadra de Vicini. Schillaci volvió a ser el salvador de la selección italiana, esta vez se aprovechó de un rechace del guardameta irlandés, tras un tirazo de Donadoni, para marcar a placer y vencer por 1-0. Otra vez Schillaci volvía a ver puerta y otra vez Italia volvía a pasar de ronda. El idílio entre ambos parecía no tener fin.

Schillaci le marca un gol a Goycoechea
Schillaci bate a Goycoechea en la semifinales del Mundial
En las semifinales del Mundial llegó uno de los rivales más duros, la Argentina de Maradona y Caniggia. Una vez más, Schillaci vovió a cazar un balón suelto en el área y, anticipándose al defensa, estableció el 1-0, adelantando así al combinado italiano en el marcador. Pero Argentina no se vino abajo y Caniggia se aprovechó de una salida en falso de Walter Zenga para cabecear un centro desde la izquierda de Olarticoechea y establecer las tablas en el partido. El marcador no se movería ni en los noventa minutos reglamentarios, ni en los 30 minutos de prórroga. El partido finalizó con 1-1. Llegaba así, la lotería de los penaltys. Goycoechea detuvo los dos últimos penaltys de la selección italiana (Donadoni y Serena). Italia se veía así fuera de su Mundial, sólo quedaba luchar por el tercer puesto.

La lucha por el tercer puesto enfrentaba a Italia contra la selección de Inglaterra. Baggio adelantaba a los italianos tras un pase de Schillaci. David Platt igualaba el partido de un testarazo impecable. Cuando todo parecía indicar que el partido iría a la prórroga, volvió a aparecer el rey de este Mundial, volvió a aparecer Totò Schillaci transformando el penalty que no llegó a tirar en la tanda de semifinales. Italia 2-1 Inglaterra. Schillaci conquistó tanto el Balón de Oro como la Bota de Oro de Italia`90. Italia no será recordada por ganar su Mundial, pero tampoco el Mundial será recordado por la victoria de la RFA sobre Argentina. Cada vez que alguien diga: "Mundial de Italia 1990", la primera palabra que se nos vendrá a la boca será: "Totò", "Totò Schillaci".




Salvatore Schillaci fue el rey de Italia`90
Salvatore Schillaci consiguió tanto el Balón de Oro como la Bota de Oro en el Mundial de Italia 1990

Hässler y Baggio fueron los refuerzos de lujo de la Juventus que se unieron a Schillaci
Schillaci con Thomas Hässler y Roberto Baggio
Tras un mes increíble en el que Schillaci se convirtió en el icono de Italia, llegó el momento de volver a pensar en bianconero. Luigi Maifredi llegó al banquillo del equipo turinés, trayéndose consigo a dos de las estrellas del momento: Roberto Baggio y Thomas Hässler. El primero fue  el compañero de ataque de Schillaci durante el Mundial, y el segundo se acababa de proclamar campeón del mundo con la RFA. Las espectativas eran muy altas. Pero nada más empezar la competición oficial, comenzaron a llegar los chascos. El primero fue la sonada derrota en la Supercoppa por 5-1 frente al Nápoles. Después se caería en segunda ronda de la Coppa Italia frente al Taranto. En liga se firmaron una serie de empates que alejarían a la Juventus de la cabeza de la clasificación. En cambio, el equipo avanzaba sin problemas en la Recopa. Esa acabó siendo la única competición a la que la Juventus acabó aspirando en esta temporada. No obstante el sueño se acabó en semifinales al caer en la ida por 3-1 en el Camp Nou frente al Barcelona. En la vuelta, Schillaci ni siquiera formó parte del equipo titular debido a su flojo rendimiento y el partido concluyó con un 1-0. La Juventus consiguió la victoria pero no la remontada y terminó la temporada en blanco. A Salvatore Schillaci se le concedió el Balón de Plata en 1990.

Las altas espectativas que levantó la Juventus se quedaron en nada y de cara a la siguiente temporada se firmó a Giovanni Trapattoni para que dirigiera a la Vecchia Signora. Hässler se marchó a la Roma y Salvatore Schillaci continuaba sin levantar cabeza, negado de cara al gol. El equipo turinés acabó la Serie A en segunda posición, tras el Milán de Capello. También se llegó a la final de la Coppa Italia, pero cayó derrotado contra el Parma.

En 1992 Schillaci firmó con el Inter de Milán
Schillaci en el Inter de Milán

En el verano de 1992, Schillaci se marchó al Inter de Milán, equipo en el que estuvo durante dos temporadas en las que cada vez jugó menos. En su última temporada en el equipo de Osvaldo Bagnoli, Schillaci sumó a su palmarés un nuevo título de la UEFA, eso sí, su contribución a este título fue prácticamente inexistente. De hecho ni siquiera participó en la final en la que el Inter se impuso al Salzburgo por 1-0. Al finalizar la temporada 1993/1994 abandonó la disciplina neoazzurra dejando tras de sí unas estadísticas en la Serie A de 30 partidos disputados y 11 goles anotados.
Schilllaci celebra un gol durante su aventura japonesa
Schillaci en el Júbilo Iwata

El nuevo destino para Schillaci fue un tanto exótico: se marchó a Japón, enrolándose en las filas del Júbilo Iwata. Totò se convirtió así en el primer italiano en jugar en la liga japonesa. Schillaci estuvo jugando para el Júbilo Iwata hasta 1997. Con el equipo nipón Salvatore Schillaci disputó 93 partidos en los que anotó 65 goles.

Con la selección de Italia, Schilaci no volvió a destacar tanto como en aquel verano de 1990. Tras su retirada dejó sus cifras con la azzurra en 16 partidos disputados y 7 goles anotados (6 de esos 7 goles fueron anotado en el Mundial de Italia 90).



En 2002, con la celebración del Mundial de Corea y Japón 2002, Totò Schillaci apareció en la  memorable campaña publicitaria de la marca de bebidas alcohólicas Smithwicks.

La historia de Salvatore Schillaci es la historia de un jugador humilde, muy limitado técnicamente, pero con un carácter y un carisma inigualable. El destino le dio dos grandes oportunidades y él no las desaprovechó. Se subió al tren de la Serie A en el vagón de la Juventus de Turín (todo un primera clase) y firmó una gran temporada que le valió para ir convocado con Italia al Mundial de 1990. Allí partiendo de suplente aprovechó los minutos al máximo, para acabar siendo el mejor jugador y el máximo goleador del torneo. La noche mágica de verano de Salvatore Schillaci se alargó durante todo un mes, y eso es bastante más de lo que muchos pueden presumir.

Salvatore Schillaci como actor
Schillaci caracterizado con el personaje que interpretó en la serie televisiva Squadra Antimafia - Palermo Oggi

martes, 21 de febrero de 2012

ROBERTO BAGGIO. Il Divin Codino

"El fútbol de Roberto Baggio tiene misterio: las piernas piensan por su cuenta, el pie dispara solo, los ojos ven los goles antes de que ocurran". Fútbol a sol y sombra, Eduardo Galeano.

Roberto Baggio Rizzotti nace el 18 de febrero de 1967 en Caldogno, un pequeño pueblo de 10.000 habitantes en la provincia de Vicenza, al norte de Italia. Nace en el seno de una familia humilde, su padre Fiorindo se ganaba la vida trabajando el hierro. Es el sexto de los ocho hijos que tuvo Fiorindo con Matilde. Su romance con el balón comienza desde una muy temprana edad, a los tres años ya corría detrás de un balón. Roberto era un niño muy revoltoso e inquieto que tenía la cabeza sólo en el fútbol. Antonio Todescato, su antiguo profesor de matemáticas comenta entre risas que si los libros fueran redondos, Roberto sería un genio, un Einstein. Marcelo Gollin, amigo de Baggio cuenta que de joven se apostaba a que desde el centro del campo disparaba al larguero, de diez tiros sólo fallaba los dos primeros. Cuando Baggio jugaba, la pelota era suya, no quería dársela a nadie. Un día su entrenador lo echó por no pasar el balón. Al sábado siguiente, el entrenador le dijo que jugaría si hacía lo que él le dijera, Roberto jugó, anotó siete goles, le dio la mano al entrenador y se fue. Su primer entrenador fue Pietro Zenere, quien recuerda que a pesar de que Roberto era el mejor, era muy egoísta y era justo castigarlo. Un directivo del Vicenza lo vio jugar y le hizo firmar a su padre un contrato que llevara a Roberto al Vicenza. El Caldogna recibió unos 300 euros al cambio. Con 14 años Roberto sale de casa.

En el Vicenza permanece durante tres temporadas, en 1985 se marcha a la Fiorentina. Pero tuvo un serio contratiempo antes de dejar el club vicentini. Roberto disputaba el último partido de la temporada contra el Rímini cuando se romió el ligamento. Pese a esta desgracia, la Fiorentina no se echó atrás con la operación y esperó a que Baggio se recuperase de la lesión durante un año.

Su debut con el club viola se produce de la mano de Eugenio Bersellini el 21 de septiembre de 1986 en un partido disputado en el Artemio Franchi contra la Sampdoria de Boskov. La Fiore venció el partido por dos a cero con sendos goles del argentino Ramón Díaz.
 Durante el resto de esa temporada 1986/1987, un Baggio de veinte años disputó cinco encuentros en la Serie A anotando un gol. Ese primer gol de Baggio en la máxima categoría del fútbol italiano llegó el 10 de mayo de 1987 en San Paolo contra el Nápoles de Maradona, al convertir en gol una falta en la frontal del área. El partido concluyó con empate a uno y le sirvió al Nápoles para proclamarse campeón del Scudetto (vídeo de la izquierda).







        Durante la temporada siguiente, Roberto Baggio se  va haciendo con el puesto de titular en el once inicial de la Fiorentina, en 26 partidos consigue 6 dianas. En los dos años siguientes se convierte en el estandarte del equipo florentino. En la temporada 1988/1989 anota 15 goles y en la 1989/1990 eleva su mejor registro a los 17 tantos. El vídeo de la derecha es una recopilación de los mejores momentos de Il Divin Codino con la camiseta viola.

Roberto Baggio ya es un nombre conocido y su debut con la selección italiana no se hace esperar mucho. Debuta con la selección azzurra el 16 de noviembre de 1988 en un amistoso contra Holanda en el que Italia vence gracias a un gol de Gianluca Vialli. Su primer gol con la selección llega en su tercera participación internacional, en un partido contra Uruguay disputado el 22 de abril de 1989, curiosamente, al igual que en la Fiorentina, también fue en un lanzamiento de falta. Baggio venía a aportarle a la selección Italiana su tremenda calidad con el balón en los pies, y eso fue muy bien recibido en un equipo con tantos trabajadores oscuros destinados a la tarea de destrucción de fútbol. En el vídeo de abajo podrán ver el friqui que Baggio le cuela a Jorge Fernando Seré.  

En el Mundial de Italia 1990, Baggio parte con el rol de suplente. Con el paso del campeonato se va ganando el puesto de titular y acaba formando una gran pareja en ataque con Salvatore Schillaci. Italia venció en la primera fase tanto a Austria como a  EEUU por un gol a cero y sin Roberto Baggio. El de Caldogno debuta en el Mundial al tercer partido contra Checoslovaquia, partía de titular y anotó en el minuto 78 el "gol del Mundial" (vídeo de abajo). En octavos Italia vence por 2-0 a Uruguay, en cuartos Italia derrota a Irlanda por 1-0. En semifinales Italia se encuentra con Argentina, Baggio partió de suplente. Tras la prórroga, el empate a uno campeaba en el marcador y tocaba jugársela a cara o cruz en la lotería de los penaltys. Baggio transformó en gol su lanzamiento pero Italia cayó derrotada, siendo eliminada en semifinales de su mundial. En el partido por el tercer puesto Italia venció a Inglaterra por dos goles a uno. El primer gol del partido fue obra de Roberto Baggio.


En 1990 Baggio ficha por la Juventus de Turín, por diez millones de euros. Con la cantidad de dinero pagada por la vecchia signora para hacerse con los servicios de Roberto Baggio, se establece un nuevo récord en el mercado futbolístico italiano. Una vez cerrado el traspaso llegó a haber disturbios en las calles de Florencia, pero como el propio Baggio declaró: "en el fondo de mi corazón, siempre seré púrpura", y posteriormente lo demostraría. La Juve, dirigida por Luigi Maifredi reúne a los delanteros titulares de la selección italiana. Schillaci y Roberto Baggio. Roberto viviría en su etapa como juventino uno de sus mejores momentos como futbolistas, mientras que Schillaci nunca llegó a igualar el rendimiento mostrado en la temporada 1989/1990 y en el Mundial de Italia`90. Ese mismo año Baggio fue el ganador del Trofeo Bravo al mejor jugador joven de Europa. Cuando Baggio disputó su primer partido como bianconeri contra la Fiorentina se negó a lanzar un penalty, declaró lo que decíamos antes: que en el fondo de su corazón siempre sería púrpura. Al margen de esta anécdota, la estancia de Baggio en Turín fue muy positiva. En su primera temporada como juventino, Baggio anota 14 goles en liga, 9 en Recopa y 4 en Copa. A la siguiente temporada logra anotar 18 goles en liga. La temporada 1992/1993 fue una de las mejores de Baggio, anotó 21 goles en liga, 6 en la Copa de la UEFA y 3 en la Copa. A nivel de club, Baggio levanta la Copa de la UEFA. La final se jugaba a ida y vuelta contra el Borussia de Dortmund, la ida se jugó en Alemania y Baggio se encargó de sentenciar la eliminatoria con un doblete. El partido acabaría con la victoria juventina por 1-3 (vídeo de abajo), en la vuelta la Juventus también derrotaría al conjunto alemán por 3-0 en Delle Alpi.
A nivel individual, Roberto Baggio consigue en 1993 tanto el Balón de Oro como el FIFA World Player.
En la temporada 1993/1994 Baggio mantiene su buen rendimiento, logra anotar 16 goles en liga, 3 en UEFA y 2 en Copa. En el 1994 Baggio fue Balón de de Plata y ocupó el tercer puesto en el FIFA World Player.


Baggio fue al Mundial de EEUU`94 como líder indiscutible de la azzurra. El inicio de Italia fue muy dubitativo y levantó muchas dudas. En octavos de final Italia jugaba contra Nigeria y el gol de Amunike eliminaba a la azzurra cuando el lateral Roberto Mussi realizó una gran jugada internándose en el área y le sirvió el balón atrás a Baggio que consiguió anotar gol. El partido fue a la prórroga, donde Baggio consiguió el segundo al transformar un penalty. En cuartos Baggio volvía a dar el pase a Italia con un gol en los últimos minutos contra a España. Roberto Baggio estaba siendo el héroe de Italia en el Mundial. En semifinales Italia se enfrentaba a Bulgaria y Baggio consiguió los dos goles que eliminaron al combinado de Penev. Italia llegó a la final contra Brasil, el partido acabó con empate a cero tras una prórroga, Baggio se convirtió entonces en el villano tras fallar el penalty clave en la tanda. Brasil se coronó como campeona del mundo. En el vídeo de arriba aparecen los mejores y peores momentos de Baggio en el Mundial de EEUU`94.


Tras el palo del Mundial, La temporada 1994/1995 sería su última temporada como jugador bianconero y Baggio bajó mucho su rendimiento, disputó 17 partidos en liga y consiguió 8 goles, en UEFA logró 4 goles y en Copa 2. Pese a no ser su mejor temporada a nivel individual, sí lo fue a nivel de club. Baggio se fue de Turín levantando el Scudetto y la Copa italiana. En los dos vídeos de abajo, hay una recopilación de los mejores momentos de Roberto Baggio con la Juventus.


En el verano de 1995 Baggio recibe ofertas de equipos como el Manchester United o el Blackburn Rovers, pero finalmente fichó por el AC Milán tras la presión de Silvio Berlusconi. Sus números no fueron muy allá en sus dos temporadas como rossonero y su rendimiento no llegó a ser como el ofrecido hasta el Mundial de EEUU`94. En su primer año como milanista conquistó el Scudetto. Su segunda y última temporada, la 1996/1997 fue un auténtico desastre para Baggio y para el Milán que acabó la liga en la posición 11 de 18, todo un desastre para un club como el Milán. En el vídeo de la izquierda aparecen los mejores momentos de Baggio en el Milán (obviamente el vídeo no es muy largo).


En 1997 Baggio fue transferido al Bolonia, equipo en el que sólo permaneció una temporada y donde recuperó su mejor nivel anotando 22 goles en liga y 1 en Copa. Formó delantero con el ruso Igor Kolyvanov y el sueco Kennet Andersson.

En el Mundial de Francia 1998 Italia fue eliminada en cuartos tras perder en la tanda de penaltys contra la anfitriona Francia. Esta vez Baggio sí anotó su penalty, aunque no sirvió para nada. Antes, Baggio había conseguido anotar un gol de penalty en el primer partido contra Chile.



Tras el Mundial de Francia`98 Roberto Baggio firmó por el Inter de Milán. No obstante Baggio siempre consideró esto como una mala decisión. Su entrenador Marcello Lippi le apartó de la titularidad. Roberto siempre consideró que su suplencia se debía a comentarios negativos que realizó sobre el entrenador. Debido a las malas relaciones con Lippi, Baggio abandonó el conjunto neoazzurri tras dos años. Sus mejores jugadas con el club lombardo están recogidas en el vídeo de la izquierda.



En el 2000 Baggio firma con el Brescia donde realiza una aceptable primera campaña con 10 goles en liga. El comienzo de sus segunda temporada en el Brescia fue demoledor con 8 goles en 9 partidos. Desgraciadamente sufrió una lesión de menisco y del ligamento cruzado de la pierna izquierda que le tuvo 76 días apartado de los terrenos de juego. Su segunda temporada en el Brescia concluyó con 11 goles en 12 partidos. Aún estuvo dos años más en el Brescia, en ambos anotó 12 goles en liga. 


Baggio jugó su último partido con la selección italiana el 28 de abril de 2004, se trató de un partido de homenaje jugado contra España. En 56 partidos como internacional anotó un total de 27 goles.


Roberto Baggio se retira en el 2004, su último partido lo jugó en San Siro contra el Milán. En este partido su entrenador decidió sustituirlo en el minuto 88 para que el mítico jugador recibiera la ovación del público. Con su retirada, el Brescia tuvo el gesto de retirar la camiseta con el dorsal número 10. En el vídeo de la derecha mostramos los mejores momentos de Baggio con el Brescia. En el vídeo de abajo, vemos la despedida de Roberto Baggio como jugador, en San Siro.



Cuando colgó las botas, Roberto Baggio había conseguido anotar un total de 205 goles en la Serie A (sexta mejor marca en la Serie A).














martes, 24 de enero de 2012

ROY KEANE

"Me he peleado con tanta gente que ya no sé a quién dar la mano antes de cada partido"


Roy Maurice Keane nace en Cork (Irlanda) el 10 de agosto de 1971. Comienza su andadura en el mundo del fútbol en el Cobh Ramblers, un modesto equipo de su país natal. En 1990, con 19 años, da el salto al Nottingham Forest, equipo de la Premier League en el que realiza tres grandes temporadas que le valen para fichar en el verano de 1993 por el todopoderoso Manchester United de Sir Alex Ferguson.  Su traspaso costó 3,75 millones de libras (un récord en el fútbol inglés por aquellos momentos). En el United coincide con jugadores como Cantona, Mark Hughes, Ryan Giggs, Schmeichel o Paul Ince. Su adaptación a los red devils es de lo más rápida, en su primera temporada en Old Trafford se convirtió en un imprescindible en la medular. Llegó a disputar entre todas las competiciones en este primer año 64 partidos, anotando 8 goles. En los años sucesivos el irlandés se convertirá en el alma del Manchester United, encandilando a los aficionados al fútbol con su lucha y brega así como por sus llegadas al área y su contundencia a la hora de luchar balones divididos, y por qué no decirlo, también balones no tan divididos.


El 27 de septiembre de 1997, Roy protagoniza un hecho clave en su carrera. Disputaba un partido de la Premier League en Elland Road contra el Leeds United. En una lucha por hacerse con el esférico, pugna con el central noruego Alf-Inge Haaland, cuando el mediocentro irlandés cae en el área. El defensa noruego realiza entonces una acción muy habitual en los futbolistas: recrimina a Roy Keane estar fingiendo. El hacer esto, a largo plazo, le acabaría costando un precio muy alto a Haaland. Lamentablemente Roy no fingía, tenía una rotura del ligamento cruzado anterior, se perdía el resto de la temporada.
Al año siguiente, recuperado de la grave lesión, el irlandés volvía a coger los galones en la medular de Ferguson y todo parecía olvidado.

El Manchester United disputaba la semifinal de la Champions League contra la Juventus, la escuadra italiana había empatado a uno en la ida en Old Trafford. En Delle Alpi, la Juventus se colocó rápidamente con un 2-0 favorable en el marcador. En esta situación límite, el irlandés tiró de furia y con un impecable testarazo metía al United en la eliminatoria. El partido acabó con la victoria del Manchester United por 2-3. Los de Sir Alex Ferguson ya tenían billete para una legendaria final de Champions en el Camp Nou contra el Bayern Munich. Sólo había un contratiempo para los ingleses: Roy, su buque insignia,se perdería la final por acumulación de amarillas. Esto no impidió a los red devils hacerse con el título en un último minuto de partido memorable en el que el United anota dos goles para remontar el tanto inicial de los alemanes.



El 21 de abril de 2001, Roy Keane demostró que él ni olvida ni perdona. El Manchester United disputaba en Old Trafford el derby contra el Manchester City. En el City jugaba un tal Haaland, ¿os suena?, pues a Roy Keane sí que le sonaba. El 16 del United quiso vengarse de aquella temporada que estuvo en blanco y, asómbrense, porque el irlandés hizo una de las entradas más sucia y antideportiva de la historia del fútbol. El partido transcurría por el minuto 86, los citizens acababan de empatar y Keane, escorado en la banda derecha, pierde un balón ante Haaland. Al ver Roy que no tenía ninguna posibilidad de recuperar el balón, con la rabia de haber recibido el gol del empate hace escasos segundos y, sabiendo quién la iba a quitar el balón, Roy Keane realizó una salvaje entrada (ríanse de Pepe) sobre la rodilla del defensa noruego. La venganza personal de Roy le costó como no podía ser de otra manera la roja directa. Antes de irse del campo le dedicó al noruego, que se encontraba tendido en el césped, las siguientes palabras: "¡jódete cabrón! ya no volverás a reírte de mí por lesiones fingidas". Esta brutal agresión le costó a Roy Keane una sanción de cinco partidos de suspensión y una multa de 250.000 euros.
Haaland no volvió a jugar hasta diciembre, disputó tres partidos y se vió obligado a abandonar el fútbol con 29 años: era una víctima de la ira incontrolada de Roy Keane.


Su salida del United fue de lo más polémica, cargó duramente contra Ferguson así como contra el sector joven de la plantilla encabezado por O´Shea, Fletcher o Alan Smith. Su marcha United, del que se había convertido en un auténtico símbolo, se produjo en el mercado invernal del 2006.


En uno de los últimos coletazos del mandato de Florentino Pérez como presidente del Real Madrid en su primera etapa, se planteó hacer efectivo el fichaje del violento irlandés para el conjunto blanco. Finalmente esta posibilidad se desvaneció, aunque no es menos cierto que difícilmente hubiera salido peor que otras estrellas fichadas por el mandatario blanco como Woodgate, Samuel, Diogo, Cassano, Pablo García, etc.

Roy Keane acaba recalando en ese mercado invernal en el Celtic de Glasgow, con el que lograría la Liga Ecocesa. Disputa 10 partidos anotando un gol. Al acabar esa temporada Roy decide colgar las botas.


Con su selección, Roy Keane fue internacional en 67 ocasiones. No llegó a disputar ninguna fase final de Eurocopa o Mundial, ya que la selección de Eire sólo se clasificó para la fase final de Corea y Japón 2002. Roy Keane estaba incluido en esa lista, pero una discusión con su seleccionador Mick McCarthy, hizo que abandonara la concentración de la selección.

Una de las posibles causas de la violencia de este gran jugador, pudo ser su alcoholismo. Una vez retirado llegó a declarar al Irish Times que el alcohol es un problema de los irlandeses, ya que "cuando se vive en Irlanda, hay siempre alcohol cerca".

El controvertido irlandés abandonó el fútbol en activo con un palmarés envidiable:

Campeón de la Premier League: 1994, 1996, 1997, 1999, 2000, 2001, 2003.
Campeón de la Copa de Inglaterra: 1994, 1996, 1999, 2004.
Campeón de la Champions League: 1999.
Campeón de la Copa Intercontinental: 1999.
Campeón de la FA Community Shield: 1993, 1994, 1996, 1997, 2003.
Integrante de FIFA 100 (125 mejores futbolistas vivos): 2004.
Campeón de la Liga Escocesa: 2006.

Su compañero en el United Ruud van Nistelrooy dijo de él: "será recordado como el jugador más grande que haya jugado nunca en este club. Es el mejor con el que he jugado nunca". 
Álex Ferguson calcaba prácticamente las palabras de van Nistelrooy, diciendo que: "será recordado como uno de los mejores de la historia del club. El mejor que he tenido a mis órdenes, sin duda".