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domingo, 7 de abril de 2013

PAOLO DI CANIO

Di Canio en el Lazio Roma
"Estamos en democracia y yo estoy muy orgulloso de ser romano, así que festejé el gol con el saludo romano, que lo hacían Marco Antonio y Adriano, 2000 años antes que Mussolini"
Paolo Di Canio nace en Roma el 9 de julio de 1968. Desde muy pequeño comienza a interesarse por el mundo del fútbol, dando sus primeros pasos en las categorías inferiores de la Pro Tevere Roma. Poco tiempo después, es fichado por la Lazio. En 1986, un joven Di Canio, de 18 años, se marcha cedido a la Ternara, equipo de la Serie C2. Su actuación en este humilde club, le vale a Paolo para regresar con más experiencia a la Lazio.  El equipo biancoazzurro se encontraba por aquel entonces en la Serie B italiana. Sería en esa misma temporada cuando el conjunto aquilotti ascendería a la Serie A. Di Canio permaneció por dos temporadas más en el club romano. A pesar de jugar una cantidad bastante importante de partidos, sus cifras goleadoras no estaban a la altura de un delantero centro (30 partidos y un gol en su debut en la Serie A, y 24 partidos y 3 goles en la siguiente temporada). 

Di Canio en la Juventus de Turín
Di Canio en la Juventus
No obstante, su juventud, su entrega y su juego pasional le sirvieron para marcharse, en el verano de 1990, a una Juventus de Turín campeona de la UEFA. En Turín, compartiría vestuarios con jugadores de la talla de Roberto Baggio, Thomas Hässler, Salvatore Schillaci o Pierluigi Casiraghi. La gran competencia existente en su posición lo relegaron al banquillo, sin embargo, llegó a disputar 34 partidos, en los que consiguió anotar la pírrica cifra de 3 goles. Esta primera temporada en el club turinés, le valió a Di Canio para ser enviado al ostracismo del banquillo en su segundo año como jugador bianconero. Con Giovanni Trapattoni como nuevo entrenador en la temporada 1991-1992, la Juventus consiguió un meritorio segundo puesto en liga (por detrás del gran Milán de Cappello) y llegar a la final de la Coppa Italia, que perdería frente al Parma (1-0 en la ida para la Juve y 2-0 para el Parma en la vuelta). Di Canio tan solo disputó 917 minutos en liga, en los que no consiguió anotar ni un solo gol. Con 24 años, Di Canio iniciaba su tercera temporada en la Juventus. A pesar de que Trapattoni seguía al frente del banquillo del club turinés, algo cambió para el jugador romano. Aumentó su participación en los encuentros, disputando un total de 31 partidos en liga, 7 en UEFA y 5 en la Coppa Italia, aunque eso sí, la mayor parte de ellos fueron saliendo desde el banquillo. Lo que en absoluto mejoró fueron sus registros goleadores, tan paupérrimos como las temporadas anteriores: en 43 partidos disputados entre todas las competiciones, Di Canio tan solo acertó en 3 ocasiones (todas en liga) a batir al portero rival. En esa temporada, di Canio consiguió su primer título: la Copa de la UEFA frente al Borussia Dortmund (1-3 en la ida y 3-0 en la vuelta). La Juventus, con muchos jugadores de gran nivel en las posiciones de ataque, y viendo que Di Canio no progresaba, decidió traspasarlo al Nápoles.

Di Canio en el Nápoles
En el Nápoles, Di Canio tan solo permaneció una temporada. Allí, entrenado por Marcello Lippi, Paolo Di Canio formó pareja de ataque con el uruguayo Daniel Fonseca. Sin embargo, su falta de olfato goleador no le ayudó mucho a seguir en el equipo napolitano (mientras Di Canio anotó 5 goles en 26 partidos, su compañero Fonseca anotaría 15 en tan solo 27). Su siguiente destino sería el AC Milán de Fabio Capello. Con tan solo 26 años, Paolo Di Canio se había convertido en un auténtico trotamundos del fútbol pasando por 5 equipos en 8 años. Parece increíble, pero este tosco jugador siempre encontraba un equipo grande que se interesara por él.


Di Canio rossonero
Di Canio en el AC Milán
Es así como llega al AC Milán en la temporada 1994/1995. Entre los Donadoni, Savicevic, Gullit, Albertini, Boban o Simone, se coló este orgulloso italiano con más corazón que clase. Como era de esperar en un equipo repleto de figuras ofensivas, Di Canio apenas gozó de oportunidades (entre todas las competiciones participó en 19 partidos anotando un gol). En su segunda temporada como rossonero, Di Canio se proclama campeón de la Serie A. En esa misma temporada, anotaría 6 goles en 32 partidos entre todas las competiciones. Su relación con Capello no era la idónea, tras terminar la temporada 1995/1996, decidió abandonar el Milán. Futbolísticamente, Di Canio no aportó demasiado al AC Milán en sus dos temporadas como rossonero, pero fue un futbolista que quedó en el recuerdo de la hinchada milanista por su entrega.

Tras pasar por casi todos los grandes de Italia, Di Canio pone rumbo a Escocia, donde ficha por el Celtic de Glasgow. Allí es declarado futbolista del año. Su gran actuación en tierras escocesas levanta el interés de algunos equipos ingleses. Es así como tras un año en el Celtic, Paolo Di Canio pone rumbo a la Premier League inglesa.

Paolo Di Canio siempre fue un jugador muy querido por los aficionados

Di Canio con el Sheffield
Di Canio en el Sheffield Wednesday
En 1997 es fichado por el Sheffield Wednesday, equipo que gracias a sus 12 goles en 32 partidos de Premier, evita el descenso a la First Division. Comienza la siguiente temporada con el Sheffield, pero es transferido en el mercado invernal de 1999 al West Ham. Allí permanece hasta el final de la temporada 2002-2003 firmando sus mejores años como futbolista. En la temporada 1999/2000, además de ganar la Copa Intertoto, firmó su mejor registro goleador como futbolista profesional, con 16 tantos en 30 partidos de Premier (18 en 45 si sumamos todas las competiciones). El 16 de diciembre del 2000, en un partido en Goodison Park contra el Everton, Paolo Di Canio cogió el balón con las manos cuando se encontraba en una posición franca para marcar debido a que paul Gerrard, el guardameta rival, se encontraba tendido en el suelo. Esta acción le valió el Premio Fair Play.

Di Canio defendiendo la camiseta del West Ham

A pesar de abandonar el West Ham en 2003, Di Canio permanece una temporada más en la Premier league, concretamente en el Charlton Athletic.

Di Canio haciendo el saludo fascista
Con 36 años, Di Canio decide volver al Lazio, el club de sus amores. En esta operación, el delantero italiano salió perdiendo dinero. Pero como siempre dijo: "con esta camiseta no tengo miedo a nada". A pesar de su edad, juega con bastante regularidad durante dos temporadas, en las que consigue anotar siete tantos en cada una. El 6 de enero de 2005, el Lazio venció a la Roma por 3-1. Di Canio volvió a marcarle un gol a la Roma (cosa que ya hizo en su primera etapa lazial) y, al igual que ya hiciera en su primera ocasión, volvió a celebrarlo con el saludo fascista. Esta acción le conllevó una suspensión y una multa de 10.000 euros impuesta por la Asociación de Fútbol de Italia. Lo preocupante fue que este gesto de Di Canio fue respondido con miles de brazos en alto desde la grada. De sobra es conocida la radicalidad de cierto sector de los aficionados de la Lazio (el grupo ultra Irreducibili), que veían en Di Canio a su mayor referente y así como a su modelo a seguir. En su alegato de apelación, Di Canio declaró: "el saludo romano lo hago porque es un saludo de camarada a camarada y está dedicado exclusivamente a mi gente y no a incitar a la violencia, ni mucho menos al odio racial".

Paolo Di Canio nunca ha ocultado su ideología fascista ni su admiración por Benito Mussolini. La trascendencia de ese gesto fue tal que Alessandra Mussolini, nieta del Duce y eurodiputada de Alternativa Sociale comentó "Fue muy hermoso, el saludo romano, me encantó", "Le escribiré para que sepa mi agradecimiento". Asimismo, este gesto de Di Canio también fue repudiado por el resto de los sectores políticos. Di Canio lleva tatuado en el brazo derecho la palabra "DUX" (sobrenombre con el que se conocía a Mussolini). En una entrevista que realizó en su juventud ya declaró: "Mussolini fue un hombre profundamente incomprendido. Básicamente fue un líder ético y con principios".

Debido a la enorme tensión que se vivía en la Lazio por las actuaciones y declaraciones de Di Canio, Claudio Lotito, presidente y mayor accionista de la Lazio, decidió no renovar a paolo Di Canio.

Paolo Di Canio con la camiseta de la Cisco Lazio
Di Canio en su presentación con la Cisco Roma
En julio de 2006, Di Canio firma un contrato con el Cisco Roma de la Serie C2. Paolo declaró: "para mí no es un problema jugar en la Cuarta División, dado que justamente aquí inicié mi carrera". Di Canio permaneció en el Cisco Roma hasta marzo de 2008, cuando anunció su retirada de los terrenos de juego.

Una vez retirado, Di Canio consiguió el título de entrenador. Su primer equipo fue el Swindon Town, al que cogió en mayo de 2011 y ascendió ese mismo año a la Second Division (Tercera División inglesa). Comenzó al temporada 2012/2013 al frente del banquillo del mismo club, donde permaneció hasta que hace unos días firmó por el Sunderland para sustituir a Martin O'Neill. Este fichaje suscitó un gran revuelo en el Sunderland, ya que no todos los miembros de la dirección del club estaba de acuerdo con su fichaje, no ya por su inexperiencia en los banquillos, sino por su ideología política. Esto provocó que el vicepresidente del Sunderland, David Miliband, dimitiera de su cargo.

Está claro que todos los futbolistas tienen derecho a tener su propia ideología política, sea cual sea, pero no por ello deben aprovechar su situación privilegiada (mediáticamente hablando) para darla a conocer en un terreno de juego. De mezclar política y deporte no va a salir nada positivo. Si un futbolista tan mediocre como Paolo Di Canio es hoy día  tan mundialmente conocido, está claro que no es por sus méritos dentro de un terreno de juego. Cuando un futbolista da a conocer de una manera tan clara su ideología política, debe asumir que eso provocará el rechazo de muchos dirigentes, clubes y aficionados.

jueves, 29 de marzo de 2012

DAVOR SUKER. 'El mago de Osijek'

"La pretemporada está siendo muy dura; nos levantamos a las nueve de la mañana"


Davor Suker nace el 1 de enero de 1968 en la por entonces ciudad yugoslava Osijek. Su familia tenía una larga tradición deportiva, no obstante ninguno de sus parientes se había adentrado nunca en el mundo del fútbol... hasta que él llegó. De pequeño, jugando en el colegio ya mostraba su gran capacidad técnica, una zurda increíble y su habilidad goleadora. Estas cualidades le valieron para que un ojeador del equipo local, el NK Osijek lo incorporara a sus filiales. Debuta en la primera división yugoslava con el Osijek cuando contaba con 19 años. Ese mismo año (1987), Suker se proclama campeón del mundo sub-20 con Yugoslavia en el mundial disputado en Chile. Compartía vestuario con jugadores como Pedja Mijatovic, Robert Jarni, Zvonimir Boban, Branko Brnovic, Igor Stimac, Dubravko Pavlicic o Robert Prosinecki, quien fue nombrado Balón de Oro del al concluir el torneo. Davor fue el segundo máximo goleador del torneo con seis tantos. La final, disputada contra la RFA concluyó con empate a uno, llevándose Yugoslavia el título en la tanda de penaltys (Suker transformó en gol su penalty). En el siguiente vídeo os muestro el resumen de la final entre Yugoslavia (gol de Boban) y la RFA (gol de Witeczek).



En la temporada 1988/1999, Suker se corona como máximo goleador de la liga yugoslava al anotar 18 tantos que le sirvieron al NK Osijek para acabar en octava posición. Al año siguiente fue fichado por el Dinamo de Zagreb, dando así el salto a un grande. En ese club permaneció durante dos temporadas, logrando sendos títulos ligueros. Coincidió con jugadores como Boban, Pavlicic o Peternac. En 1991, debido a las deficiencias económicas de su equipo y a la complicada situación política que atravesaba su país (comienzo de la Guerra de Yugoslavia), Suker decide emigrar de Yugoslavia, pero para ello es necesario que pague de su bolsillo el transfer a la federación yugoslava. Davor encontra su nuevo destino en la Liga española, concretamente en el Sevilla FC.


Suker llega en el verano de 1991 a un Sevilla FC entrenado por Víctor Espárrago, que además contaba en sus filas con jugadores tales como Zamorano, Pepe Salguero o Manolo Jiménez. En su primera etapa como sevillista, Davor Suker disputa 22 partidos anotando 6 goles. El Sevilla termina la liga en mitad de la tabla. En su segunda temporada como jugador del conjunto de Nervión, el equipo pasó a manos de Bilardo. Se reforzó con jugadores como el Cholo Simeone o Diego Armando Maradona. La importancia del croata en este Sevilla de Bilardo se incrementó. Suker pasó a convertirse en un titular indiscutible y sus registros goleadores mejoraron: en 33 partidos logró anotar 13 goles. El Sevilla FC termina la liga empatado a puntos con los puestos que dan acceso a disputar la Uefa, pero se queda fuera de las competiciones continentales. En la temporada 1993/1994, Luis Aragonés es el nuevo inquilino del banquillo palangana, Davor Suker realiza una de sus mejores temporadas en cuanto a cifras goleadoras, anotando 24 goles en 34 partidos, sólo Romario consiguió perforar en más ocasiones la portería rival en esa temporada. Una vez más, el Sevilla se vuelve a quedar a las puertas de la Uefa, esta vez a un punto. Suker se convierte en todo un ídolo para el sevillismo y empieza a ser conocido como Sukerman. Finalmente el Sevilla lograría el billete para la Uefa en la temporada 1994/1995 gracias a un quinto puesto, Suker volvió a ser el estilete sevillista logrando anotar 17 goles. Luis Aragonés decide abandonar al Sevilla una vez conseguida la clasificación para competiciones europeas. El nuevo entrenador para la temporada 1995/1996 sería el portugués Antonio José Oliveira quien apenas duraría ocho partidos. Con Juan Carlos Álvarez en el banquillo el Sevilla disputa los dieciseisavos de final de la Uefa, en la ida vence al Olympiakos por 1-0 en el Sánchez Pizjuán, tras los noventa minutos de la vuelta en el infierno griego, la eliminatoria se encuentra empatada a uno. Toca prórroga, en ella el Olympiakos se adelanta muy pronto gracias a un tanto de penalty conseguido por el polaco Juskowiak. Al Sevilla le bastaría con un gol para conseguir el pase debido al valor doble de los goles en campo contrario. Es el momento de que aparezcan las estrellas, es el momento de que aparezca el mago de Osijek, y no decepcionó. En el minuto 110 el Sevilla dispone de una falta centrada un poco más atrás de la frontal del área, el delantero croata es el encargado de ejecutarla con un magistral lanzamiento marca de la casa que perfora la meta de Randos. Suker heló al infierno griego. El Sevilla era equipo de octavos, el siguiente rival era el FC Barcelona.



La ida de la eliminatoria contra el FC Barcelona acabó con empate a uno (otro gol de Suker), pero en el Camp Nou el Barcelona mostró todo su potencial y derrotó a los sevillanos por tres goles a uno. Se esfumaba así el sueño europeo. En lo que a la liga respecta, Juan Carlos Álvarez fue cesado a finales de enero, Víctor Espárrago volvió a tomar las riendas del Sevilla hasta acabar la temporada, dejando al equipo en la posición número doce. Suker acaba la que sería su última temporada como sevillista con 16 goles.


En el mercado estival de 1996, el Real Madrid se hace con los servicios de Suker a cambio de 600 millones de pesetas. Al club blanco acababa de llegar el técnico italiano Fabio Capello así como numerosos jugadores como Pedja Mijatovic, Roberto Carlos, Seedorf o Illgner. Con estas nuevas incorporaciones el club merengue pretendía hacer olvidar la mediocre temporada anterior en la que los blancos no pasaron de una triste sexta posición. En esa primera temporada como madridista Suker, al igual que el Real Madrid, realizó una temporada fantástica anotando 24 goles en liga y 5 en copa. Al concluir la temporada, Suker levantó su primera Liga española. Al año siguiente, con el alemán Jupp Heynkeps en el banquillo, la importancia de Suker en el equipo descendió, entre otras cosas por la llegada de Fernando Morientes. No obstante, Suker logró 10 goles en liga, 1 en copa y 4 en Champions League. El Real Madrid en esa temporada levantaría la que sería su séptima Copa de Europa tras treinta y un años de sequía continental. Le quedaría un año más a Suker en el club blanco en el que seguiría perdiendo importancia debido al gran rendimiento de Raúl y Morientes amén de la explosión de Savio. Suker en su última temporada como jugador merengue consiguió 4 goles en 19 partidos ligueros y 1 en 5 partidos en Champions. En invierno alzaría la Intercontinental frente al Vasco da Gama, partido en el que tuvo lugar el famoso aguanís de Raúl. 



El 30 de mayo de 1999 debido a las malas relaciones de Suker con el técnico galés John Benjamin Toschack y a su sequía goleadora, decide abandonar el Real Madrid y poner rumbo a Londres, donde se convertiría en nuevo jugador gunner. La competencia en el equipo de Arsene Wenger era aún más feroz si se puede que en el Real Madrid. El Arsenal contaba con atacantes de la talla de Ljungberg, Overmars, Bergkamp, Henry o Kanu. Con estos jugadores, un Suker de 32 años no tenía la titularidad asegurada, a pesar de ello el delantero croata logra 8 goles en la Premier, uno en la Copa de la Liga y 2 en Champions League. Su estancia en el Arsenal no pasa de ese primer año.

En el 2000 Davor Suker se une a las filas del West Ham, equipo en el que también dura una temporada. En la Premier apenas disputa 11 partidos en los que consigue un gol, a esto hay que sumarle otro gol en la Copa de la Liga

En el 2001 se marcha de las islas británicas. Encuentra su nuevo destino en Alemania, concretamente en el Munich 1860. En ese equipo disputaría Davor Suker sus dos últimas temporadas como profesional. En su primera temporada en la Bundesliga consigue hacer 4 goles además de 2 en la DFB-Pokal. En su última temporada como profesional del fútbol, Suker anota solo un gol en 11 partidos de liga y otro tanto en la DFB-Pokal.

Con la selección croata, Suker siempre ha vivido grandes momentos, comenzó su andadura como internacional con la victoria en el mundial sub-20 de 1987. En 1996 disputa la Eurocopa en Inglaterra, Croacia alcanzaría en ese torneo los cuartos de final. Cayó eliminada por Alemania, selección que a la postre se proclamaría campeona. Suker consiguió tres goles (uno de ellos en el partido de cuartos contra Alemania). Otro de sus mejores momentos lo viviría en el Mundial de Francia 1998 en el que Suker, con sus goles, llevaría en volandas a su selección hasta el tercer puesto. Croacia cayó eliminada en semifinales contra una Francia que marcaría historia. Davor Suker consigue proclamarse bota de oro del Mundial con los siguientes 6 goles.


A nivel internacional, Suker no volvería a repetir el éxito del Mundial de 1998. La última gran competición a la que asistió como jugador croata fue al Mundial de Corea y Japón 2002. En ese Mundial, un Suker de 34 años asumía su rol de suplente, sólo participó en el encuentro que enfrentó a su selección con México y ni siquiera llegó a disputar los noventa minutos. Una Croacia envejecida, que cayó en la fase de grupos, echaba de menos a una generación que le había dado los mejores momentos a esta joven nación. Echaba de menos a la edad dorada de los Suker, Boban, Jarni, Prosinecki, Boksic...

En definitiva, Davor Suker fue uno de los más grandes jugadores de los que pudimos disfrutar en la década de los noventa. Un tipo con clase, con un increíble dominio del balón, elegante en todos sus movimientos y goleador insaciable, pero que a la vez transmitía un cierto aire de despreocupación del que se sabe superior al resto y disfruta de lo que hace.