"Me enorgullezco de haber alcanzado los límites que Víctor Sánchez del Amo podía haber alcanzado" |
Víctor Sánchez del Amo, nace el 23 de febrero de 1976 en Madrid. Vivió su infancia en Getafe, donde con 8 años empezó a jugar para el Uralita (equipo de la empresa donde trabajaba su padre). A los 10 años comenzó a jugar en el Deportes Alfonso, equipo de fútbol sala de su localidad, con el que se proclamó campeón de España. A los 11 años se incorpora a las categorías inferiores del Real Madrid. En la temporada 1995/1996, con 20 años, Víctor debuta con el primer equipo del Real Madrid, en el último partido de Liga frente al Zaragoza de la mano de Arsenio Iglesias.
- - Cuando
Capello llega al Real Madrid en la temporada 1996/1997, no dudó en apostar por ti como titular
indiscutible ¿cómo recuerdas ese año?
Víctor en el Real Madrid |
Como un año crucial en mi carrera deportiva. Capello me dio
la oportunidad de subir al primer equipo para la pretemporada y desde ese
momento ya no salí de ahí. Obtengo la titularidad y acabamos campeones de
Liga. Era una temporada complicada ya que se venía de una anterior que había
sido un fracaso en lo deportivo. Con Fabio Capello aprendí muchísimas cosas
de fútbol y fue mi primer paso en la élite. Había soñado y me había
preparado desde pequeñito para llegar ahí. Cuando llegó el momento intenté estar muy atento
para aprovechar esa oportunidad y poder mantenerme el mayor tiempo posible en
la élite del fútbol.
- - Capello
se marcha nada más acabar la temporada. Llega Heynkes y pasas a un papel
secundario. Aunque seguías jugando con cierta regularidad, perdiste el papel de titular indiscutible. El Real Madrid se descolgó de la lucha por la Liga y logró la Séptima.
Víctor con el Real Madrid el año de la Séptima |
- - En la
siguiente temporada, Camacho se marcha en pretemporada y llega Hiddink al
banquillo del Real Madrid. Entonces decides marcharte al Racing. ¿Qué te
impulsó a cambiar al campeón de Champions por un equipo que lucharía por
permanecer en Primera División?
Cromo de Víctor con la camiseta del Racing |
Eso fue una apuesta deportiva mía. Se me presentó una situación en la que por motivos extradeportivos, tenía que decidir sobre mi futuro. Yo tenía muy claro que la decisión de salir
la tomaría yo. Elegiría yo mi futuro. En ese momento el equipo que quería
apostar por mí fue el Racing de Santander. Para mí era una parada de paso, por
supuesto, para tratar de seguir creciendo como futbolista hacia un club que me
permitiera tener las aspiraciones que a uno que le han enseñado desde pequeño a
jugar a ganar todos los partidos, pues quiere seguir manteniendo. Me siento muy
orgulloso de haber sido valiente en tomar esa decisión, porque al final me
salió bien.
- Allí
realizas tu mejor temporada a nivel goleador con 12 tantos en Liga. ¿Qué tenía
ese equipo para que vieras puerta con tanta facilidad?
No es que ese equipo tuviera nada especial, es una cuestión
táctica, depende de la posición. Cuando yo llegué de alevín al Real Madrid
jugaba de delantero. En infantiles me colocaron en la banda derecha y a partir de ahí
jugué siempre en posiciones del centro del campo, por banda derecha, izquierda
e incluso por el centro. En el Racing de Santander jugué de segundo delantero,
con libertad absoluta para bajar al centro del campo y para llegar al área. En
la primera vuelta conseguí once goles, hasta que hubo un cambio de entrenador y
llegó Gustavo Benítez. Cambiamos de sistema y pasé a jugar de carrilero con una
defensa de cinco y evidentemente el área ya me quedaba muy lejos. Esa es la
explicación, al final es una cuestión táctica.
- - El año en
el Racing te vale para fichar por el Deportivo de Irureta en 1999. Buena temporada para
ti, tanto a título individual siendo un indiscutible y debutando con la
selección, como a título colectivo con un título de Liga que nadie se esperaba.
¿se puede pedir más?
No, no se puede pedir más. Pasé del Racing a un Deportivo que estaba construyendo un
proyecto importantísimo. Uno por quien tiene que
apostar es por sí mismo, tiene que tener confianza uno mismo, en sus cualidades y
son sus argumentos los que tiene que poner en el terreno de juego y los que
le van a llevar a crecer. Nunca hay que conformarse, siempre hay que querer más
y tener un espíritu de crecimiento y aprendizaje constante, al final es lo que
te lleva a buscar lo máximo de tus posibilidades, que es a lo que deberíamos
aspirar todo el mundo en la vida, no solo en el ámbito deportivo. Tratar de
exprimirnos al máximo en función de nuestras capacidades. Si te relajas y te
duermes, te estás siendo infiel a ti mismo y eso no debería suceder. Haber sido
uno de los partícipes y protagonistas de esos momentos de la mejor historia del
Depor, a uno le llena de orgullo y satisfacción, sobre todo cuando se ha sido
tan valiente de tomar la decisión que tomé yo cuando salí del Real Madrid con
22 años.
- - En tu
primera temporada en el Deportivo ganaste tu segunda Liga. Esta desde luego fue
mucho más inesperada que la primera. ¿Cómo viviste ese título liguero en comparación con el
primero?
Víctor vivió en el Deportivo sus años más felices |
- - Con la
selección jugaste varios partidos, pero no llegaste a entrar nunca en una lista
para una Eurocopa o Mundial. ¿Es una espina clavada?
No, no porque al final hay cosas que uno no puede manejar y
que no dependen de él. Yo no tuve la fortuna de vivir un momento de tanta
tranquilidad y tan dulce como es el momento actual de la selección española.
Desde que la selección se proclamó campeona de Europa en 2008. El contexto que
me tocó a mí vivir como jugador, las participaciones que tuve con la selección
fueron momentos muy convulsos, con mucha problemática, cambios de
seleccionadores, no terminaba de agarrar ninguno de los proyectos y eso
generaba mucha inestabilidad. Participé con dos seleccionadores diferentes, a
los cuales les estoy muy agradecido, y fue una experiencia fantástica para
seguir creciendo como futbolista. Seguramente, en un momento de más calma, hubiera
tenido más posibilidades de participar con más continuidad, pero a cada uno le
toca lo que le toca.
- - ¿Qué
significó para un madridista como tú el "Centenariazo"?
Víctor conquistó en el 2002 su primera Copa del Rey |
- - ¿Puede
ser ese título más importante que las dos ligas anteriores que habías logrado?
Todos los títulos son buenos, los disfruté todos. No son
cosas que se me dieron a la vez. Cuando fui campeón de Liga lo celebré al
máximo porque fue un momento de máxima emoción, eres campeón de Copa y lo
celebras al máximo. No te paras a pensar si un título puede ser más importante
que otro. La Copa del Rey era un título que me hacía muchísima ilusión porque
no tenía ninguna. Con el Deportivo si es cierto que algunos títulos se pueden
celebrar más. Yo con el Real Madrid gané una Supercopa y con el Deportivo dos,
y estas últimas sí se celebraron más.
- - En el
Deportivo estuviste 7 años rodeados de futbolistas como Tristán, Valerón,
Makaay, Fran, Mauro Silva, Donato, Molina, Luque… ¿Qué aprendiste de ellos?
Aprendes tanto de tus compañeros como de todos los
entrenadores que tienes en tu carrera. Aquella fue una generación fantástica,
llegaron muchos españoles que habían sido campeones de Europa con la sub21,
otros con sus selecciones respectivas empezaron ya a acumular internacionalidades.
Se hizo un equipo muy bonito, una plantilla muy equilibrada donde todos los
jugadores peleábamos al máximo por el puesto de titular. Desde esa competencia,
respeto y esa idea de que todos teníamos que tirar en la misma dirección,
conseguimos vivir un montón de temporadas al máximo nivel en la élite. No sólo
conquistamos títulos. Era un orgullo desplazarnos en los partidos de Champions, Tuvimos grandes actuaciones plazas históricas del fútbol
europeo, como Milán, Manchester, Munich, Turín, o Londres. Campos emblemáticos
donde dejamos momentos para el recuerdo y fuimos despedidos con grandes
ovaciones en muchos de esos partidos por ese sentimiento y esa gran afición que
hay por Europa que sabe reconocer cuando un equipo hace buen fútbol.
- - En 2006,
con 30 años, pones rumbo a Grecia y firmas por el Panathinaikos. Allí apenas
gozas de continuidad por las lesiones. ¿Mal recuerdo?
Víctor en el Panathinaikos |
No, no, no. Cuando uno lo pone todo de su parte para hacer
las cosas bien y pasan temporadas como esta, te vas con la cabeza bien alta y
no tienes ningún remordimiento de conciencia. La verdad es que fue una
temporada muy desgraciada porque llegué sin hacer pretemporada y directamente
entré a competir. Empecé a acumular unos problemas de tendinitis que generaron
una tendinitis crónica y unos problemas de rodilla que no eran operables. Esto
me impidió competir con continuidad. Fue una experiencia muy bonita, muy buena,
guardo un buen recuerdo a pesar de haber tenido ese infortunio porque pusimos
todo de nuestra parte con los servicios médicos tanto griegos como españoles y
no fue capaz de solucionar esos problemas. Tuve que volver a España y poner fin
ya prácticamente a mi carrera deportiva.
- - Como bien
dices, regresas a España, a Segunda División donde te incorporas a la plantilla
del Elche...
Víctor con el Elche |
- - ¿Qué
balance haces de tu carrera deportiva como jugador?
Sobre todo el balance de tener el orgullo de haber luchado
constantemente por crecer, por aprender cosas cada día, de haberme llevado muy
cerca seguramente de los límites futbolísticos que Víctor Sánchez del Amo
podría alcanzar, por dedicación, esfuerzo y mentalidad. Más allá de los
títulos, cifras y números de partidos o goles, esto es de lo que me
enorgullezco. Uno conoce sus propios límites y sabe lo que es capaz de dar. A
mí me da pena ver a compañeros que además en el curso de entrenador coincides
con muchos, que hacen estas reflexiones una vez retirados. Se arrepiente de no
haber tenido la dedicación que esta profesión requiere, de no haber tenido la
mentalidad que esta profesión requiere y que se ven que han estado lejos de ese
límite que como futbolista por sus capacidades innatas podían haber tenido. Yo
para eso tengo la cabeza bien alta y el orgullo de haber sido un luchador
constantes, de haber conseguido todas las cosas que he conseguido a base de
esfuerzo, de que nadie te ha regalado nada y te permite afrontar lo que te
queda con esa misma mentalidad. Mi filosofía de vida es esa, confío en mí
mismo, en mis cualidades y en mi capacidad para conseguir los retos que me
propongo.
- - ¿Te ves
algún día emprendiendo una aventura al frente de un banquillo?
Sí, pero no pierdo tiempo en pensar en eso ahora. Estoy
encantado de formar parte del grupo de trabajo de Míchel al que le estoy súper
agradecido por haberme dado la oportunidad tan rápido, recién terminé el curso
de entrenador. Espero estar con él mucho tiempo y que podamos disfrutar de
muchos éxitos durante muchos años.
- - De
pequeño, ¿quién fue tu ídolo futbolístico?
Víctor con Míchel, uno de sus ídolos |
- - ¿Un
entrenador?
Capello hizo titular a Víctor |
- ¿Alguno
que influyera más en ti?
Sobre todo, por la oportunidad que me dio para
debutar, Fabio Capello. Pero por esa circunstancia, alguno tiene que ser el
primero. Por educación y por agradecimiento, pues uno le guarda un especial
cariño. Aparte de ser un magnífico entrenador como ha demostrado en muchas más
situaciones, no porque lo diga yo y porque me diera la oportunidad se puede
pensar que no soy objetivo, pero desde luego que no hace falta que descubra yo
a Fabio Capello como entrenador.
- - ¿Tu mejor
gol?
(Se lo piensa) Difícil… porque no es que me haya
hinchado a meter goles en mi carrera, pero ha habido unos cuantos bonitos y
también importantes. Ahora me viene a la cabeza la falta en el Nou Camp
en la primera victoria en la historia del Deportivo en ese campo. Fue un gol de
falta, muy bonito, en el descuento del partido y supuso el 2-3.
- - ¿Un
momento?
(Se lo piensa más) El día de mi debut en
Liga con el Real Madrid en el Bernabeu. La sensación de salir al estadio y, de
repente, ver un campo de noventa mil personas lleno es algo absolutamente impresionante y novedoso para un chaval
de 20 años, como era yo en aquel momento. Recuerdo la sensación de como en un parpadeo, abstraerte de
todo lo que te rodeaba, escuchar el pitido del árbitro y dedicarte solo a jugar.
Como si de repente hubiera desaparecido el resto. Ese es un momento que se me
ha quedado grabado en la cabeza.
- - ¿Un
estadio?
Estadio de Anfield |
- - ¿Una
hinchada?
(Se lo piensa bastante) ¿una afición?, te diría que la
incondicional. Quiero decir, la que está siempre con su equipo. Tanto en los
mejores como en los peores momentos. Una afición que es capaz de abstraerse de
situaciones externas y apoyar a su equipo no sabe la de puntos que le da a su
equipo a lo largo de una temporada. Tenemos un ejemplo con la del Deportivo. La
afición del Deportivo dio un paso adelante la temporada pasada, cuando el
equipo descendió de Primera a Segunda, acompañó a su equipo en todos los
partidos, tanto en Riazor como fuera y lo llevó en volandas de vuelta a la
primera categoría. Eso es un ejemplo.
- - ¿Qué
jugador te ha impresionado más?
(Se lo piensa) A ver, he jugado con muchísimos y
contra muchísimos. Pero el que más me ha impresionado, porque la gente no ha
tenido la oportunidad de verle al nivel que se merecía y rodeado de los
jugadores que se merecía, Valerón. Valerón en su etapa de plenitud era un
jugador que de haber estado en un Madrid o en un Barcelona, hubiera sido un
ganador del Balón de Oro seguro.
- - ¿Un
hobbie?
Pues todo lo que es deporte, porque juego al tenis, juego al
golf, ahora que está de moda el pádel pues el pádel también. En fin, todo lo
que es deporte me encanta, pero por encima de todos y el que he jugado de
pequeñito, el tenis.
Buscando siempre el éxito del colectivo, sabedor de que una individualidad puede ganar partidos pero no títulos. Víctor, un jugador de equipo no exento de calidad individual para resolver un partido en un momento dado. Víctor, un futbolista con el que cualquier entrenador querría contar. Víctor Sánchez del Amo, uno de esos futbolistas que hacen del fútbol un deporte más noble.