"Ser delantero se ha convertido en un oficio difícil, pero siempre es mejor que trabajar"
Salvatore Schillaci nace el día 1 de diciembre de 1964 en la isla de Sicilia, concretamente en la costera localidad de Palermo. De familia pobre, se dedicó al fútbol desde muy pequeño jugando para el Amat Palermo, un equipo de aficionados.
En 1982 firmaría su primer contrato como profesional con el Messina. Equipo en el que permanecería demostrando sus habilidades goleadoras hasta 1989 (en 219 partidos anotó 61 goles). En esos siete años en el equipo siciliano, Totò Schillaci, no había jugado nunca ni un solo partido en la Serie A.
En el verano de 1989, con 25 años, Schillaci se encontró ante la oportunidad de su vida. Le llegó una oferta de un equipo de la Serie A. No se trataba de un cualquiera. Era la Juventus de Turín, entrenada por Dino Zoff, quien decidió apostar por este inexperto delantero para liderar el proyecto bianconero.
Totò no desaprovechó esta oportunidad que le había brindado el destino y se marcó una temporada prácticamente perfecta con 15 goles en la Serie A. Además conquistó la Coppa Italia (contra el AC Milán) y la UEFA (contra la Fiorentina). El colofón ha esta temporada fue su inclusión en la lista de convocados de Azeglio Vicini para disputar el Mundial de 1990, en el que Italia sería la selección anfitriona.
Su debut con la selección de Italia se produjo tres meses antes del comienzo del Mundial: en un amistoso disputado contra Suiza en el que Schillaci fue titular y la azzurra logró imponerse por 0-1.
El Mundial arrancó para la selección anfitriona el 9 de junio de 1990, el lugar era el Stadio Olimpico de Roma y el rival la selección de Austria. Schillaci partía como suplente de Vialli y Carnevale. Italia dominaba el partido sin dificultades pero el tiempo pasaba y el gol no llegaba. En el minuto 75, Schillaci sustituye a Carnavale. Tres minutos después Schillaci remataba de cabeza un centro de Gianluca Vialli y anotaba el gol de la victoria azzurra para delirio de los casi 74.000 espectadores que se dieron cita en el Stadio Olimpico. Italia venció en su debut frente a Austria por 1-0.
La siguiente parada para Italia le enfrentaba a Estados Unidos, Schillaci volvió a partir del banquillo para salir al campo al poco de comenzar la segunda parte. Giannini anotó el gol de Italia en el minuto 11 y así concluyó el partido. Italia sumaba una nueva victoria por la mínima (1-0).
En el último partido del grupo, Italia ya se encontraba clasificada para octavos de final y se disputaba el liderato de grupo contra Checoslovaquia. Esta vez Totò Schillaci formó delantera de inicio con Roberto Baggio. Antes de que se cumplieran los primeros diez minutos de juego, Schillaci ya había adelantado a Italia en el marcador con otro cabezazo. Roberto Baggio firmaría posteriormente un auténtico golazo que establecería en el luminoso el 0-2 final.
Italia llegaba a los octavos de final y la nueva piedra en el camino era la Uruguay de Francescoli. Schillaci ya se había consolidado como titular en ataque junto a Roberto Baggio y empezaba a ser conocido como "el padrino del gol". Tras algunas ocasiones falladas por Totò, en el minuto 65 recibió un balón de Serena en la media luna del área. Totò empalmó un zurdazo con toda su alma ante el que nada pudo hacer el arquero uruguayo Alvez. Schillaci volvía a adelantar a la selección italiana. Cuando el partido llegaba a su final, Serena estableció el 2-0. Italia ya se encontraba en cuartos de final de su Mundial.
Irlanda era el nuevo obstáculo para la escuadra de Vicini. Schillaci volvió a ser el salvador de la selección italiana, esta vez se aprovechó de un rechace del guardameta irlandés, tras un tirazo de Donadoni, para marcar a placer y vencer por 1-0. Otra vez Schillaci volvía a ver puerta y otra vez Italia volvía a pasar de ronda. El idílio entre ambos parecía no tener fin.
En las semifinales del Mundial llegó uno de los rivales más duros, la Argentina de Maradona y Caniggia. Una vez más, Schillaci vovió a cazar un balón suelto en el área y, anticipándose al defensa, estableció el 1-0, adelantando así al combinado italiano en el marcador. Pero Argentina no se vino abajo y Caniggia se aprovechó de una salida en falso de Walter Zenga para cabecear un centro desde la izquierda de Olarticoechea y establecer las tablas en el partido. El marcador no se movería ni en los noventa minutos reglamentarios, ni en los 30 minutos de prórroga. El partido finalizó con 1-1. Llegaba así, la lotería de los penaltys. Goycoechea detuvo los dos últimos penaltys de la selección italiana (Donadoni y Serena). Italia se veía así fuera de su Mundial, sólo quedaba luchar por el tercer puesto.
La lucha por el tercer puesto enfrentaba a Italia contra la selección de Inglaterra. Baggio adelantaba a los italianos tras un pase de Schillaci. David Platt igualaba el partido de un testarazo impecable. Cuando todo parecía indicar que el partido iría a la prórroga, volvió a aparecer el rey de este Mundial, volvió a aparecer Totò Schillaci transformando el penalty que no llegó a tirar en la tanda de semifinales. Italia 2-1 Inglaterra. Schillaci conquistó tanto el Balón de Oro como la Bota de Oro de Italia`90. Italia no será recordada por ganar su Mundial, pero tampoco el Mundial será recordado por la victoria de la RFA sobre Argentina. Cada vez que alguien diga: "Mundial de Italia 1990", la primera palabra que se nos vendrá a la boca será: "Totò", "Totò Schillaci".
Tras un mes increíble en el que Schillaci se convirtió en el icono de Italia, llegó el momento de volver a pensar en bianconero. Luigi Maifredi llegó al banquillo del equipo turinés, trayéndose consigo a dos de las estrellas del momento: Roberto Baggio y Thomas Hässler. El primero fue el compañero de ataque de Schillaci durante el Mundial, y el segundo se acababa de proclamar campeón del mundo con la RFA. Las espectativas eran muy altas. Pero nada más empezar la competición oficial, comenzaron a llegar los chascos. El primero fue la sonada derrota en la Supercoppa por 5-1 frente al Nápoles. Después se caería en segunda ronda de la Coppa Italia frente al Taranto. En liga se firmaron una serie de empates que alejarían a la Juventus de la cabeza de la clasificación. En cambio, el equipo avanzaba sin problemas en la Recopa. Esa acabó siendo la única competición a la que la Juventus acabó aspirando en esta temporada. No obstante el sueño se acabó en semifinales al caer en la ida por 3-1 en el Camp Nou frente al Barcelona. En la vuelta, Schillaci ni siquiera formó parte del equipo titular debido a su flojo rendimiento y el partido concluyó con un 1-0. La Juventus consiguió la victoria pero no la remontada y terminó la temporada en blanco. A Salvatore Schillaci se le concedió el Balón de Plata en 1990.
Las altas espectativas que levantó la Juventus se quedaron en nada y de cara a la siguiente temporada se firmó a Giovanni Trapattoni para que dirigiera a la Vecchia Signora. Hässler se marchó a la Roma y Salvatore Schillaci continuaba sin levantar cabeza, negado de cara al gol. El equipo turinés acabó la Serie A en segunda posición, tras el Milán de Capello. También se llegó a la final de la Coppa Italia, pero cayó derrotado contra el Parma.
En el verano de 1992, Schillaci se marchó al Inter de Milán, equipo en el que estuvo durante dos temporadas en las que cada vez jugó menos. En su última temporada en el equipo de Osvaldo Bagnoli, Schillaci sumó a su palmarés un nuevo título de la UEFA, eso sí, su contribución a este título fue prácticamente inexistente. De hecho ni siquiera participó en la final en la que el Inter se impuso al Salzburgo por 1-0. Al finalizar la temporada 1993/1994 abandonó la disciplina neoazzurra dejando tras de sí unas estadísticas en la Serie A de 30 partidos disputados y 11 goles anotados.
El nuevo destino para Schillaci fue un tanto exótico: se marchó a Japón, enrolándose en las filas del Júbilo Iwata. Totò se convirtió así en el primer italiano en jugar en la liga japonesa. Schillaci estuvo jugando para el Júbilo Iwata hasta 1997. Con el equipo nipón Salvatore Schillaci disputó 93 partidos en los que anotó 65 goles.
Con la selección de Italia, Schilaci no volvió a destacar tanto como en aquel verano de 1990. Tras su retirada dejó sus cifras con la azzurra en 16 partidos disputados y 7 goles anotados (6 de esos 7 goles fueron anotado en el Mundial de Italia 90).
En 1982 firmaría su primer contrato como profesional con el Messina. Equipo en el que permanecería demostrando sus habilidades goleadoras hasta 1989 (en 219 partidos anotó 61 goles). En esos siete años en el equipo siciliano, Totò Schillaci, no había jugado nunca ni un solo partido en la Serie A.
Schillaci en la Juventus |
Totò no desaprovechó esta oportunidad que le había brindado el destino y se marcó una temporada prácticamente perfecta con 15 goles en la Serie A. Además conquistó la Coppa Italia (contra el AC Milán) y la UEFA (contra la Fiorentina). El colofón ha esta temporada fue su inclusión en la lista de convocados de Azeglio Vicini para disputar el Mundial de 1990, en el que Italia sería la selección anfitriona.
Su debut con la selección de Italia se produjo tres meses antes del comienzo del Mundial: en un amistoso disputado contra Suiza en el que Schillaci fue titular y la azzurra logró imponerse por 0-1.
El Mundial arrancó para la selección anfitriona el 9 de junio de 1990, el lugar era el Stadio Olimpico de Roma y el rival la selección de Austria. Schillaci partía como suplente de Vialli y Carnevale. Italia dominaba el partido sin dificultades pero el tiempo pasaba y el gol no llegaba. En el minuto 75, Schillaci sustituye a Carnavale. Tres minutos después Schillaci remataba de cabeza un centro de Gianluca Vialli y anotaba el gol de la victoria azzurra para delirio de los casi 74.000 espectadores que se dieron cita en el Stadio Olimpico. Italia venció en su debut frente a Austria por 1-0.
La siguiente parada para Italia le enfrentaba a Estados Unidos, Schillaci volvió a partir del banquillo para salir al campo al poco de comenzar la segunda parte. Giannini anotó el gol de Italia en el minuto 11 y así concluyó el partido. Italia sumaba una nueva victoria por la mínima (1-0).
En el último partido del grupo, Italia ya se encontraba clasificada para octavos de final y se disputaba el liderato de grupo contra Checoslovaquia. Esta vez Totò Schillaci formó delantera de inicio con Roberto Baggio. Antes de que se cumplieran los primeros diez minutos de juego, Schillaci ya había adelantado a Italia en el marcador con otro cabezazo. Roberto Baggio firmaría posteriormente un auténtico golazo que establecería en el luminoso el 0-2 final.
Schillaci celebra su gol ante Uruguay |
Irlanda era el nuevo obstáculo para la escuadra de Vicini. Schillaci volvió a ser el salvador de la selección italiana, esta vez se aprovechó de un rechace del guardameta irlandés, tras un tirazo de Donadoni, para marcar a placer y vencer por 1-0. Otra vez Schillaci volvía a ver puerta y otra vez Italia volvía a pasar de ronda. El idílio entre ambos parecía no tener fin.
Schillaci bate a Goycoechea en la semifinales del Mundial |
La lucha por el tercer puesto enfrentaba a Italia contra la selección de Inglaterra. Baggio adelantaba a los italianos tras un pase de Schillaci. David Platt igualaba el partido de un testarazo impecable. Cuando todo parecía indicar que el partido iría a la prórroga, volvió a aparecer el rey de este Mundial, volvió a aparecer Totò Schillaci transformando el penalty que no llegó a tirar en la tanda de semifinales. Italia 2-1 Inglaterra. Schillaci conquistó tanto el Balón de Oro como la Bota de Oro de Italia`90. Italia no será recordada por ganar su Mundial, pero tampoco el Mundial será recordado por la victoria de la RFA sobre Argentina. Cada vez que alguien diga: "Mundial de Italia 1990", la primera palabra que se nos vendrá a la boca será: "Totò", "Totò Schillaci".
Salvatore Schillaci consiguió tanto el Balón de Oro como la Bota de Oro en el Mundial de Italia 1990 |
Schillaci con Thomas Hässler y Roberto Baggio |
Las altas espectativas que levantó la Juventus se quedaron en nada y de cara a la siguiente temporada se firmó a Giovanni Trapattoni para que dirigiera a la Vecchia Signora. Hässler se marchó a la Roma y Salvatore Schillaci continuaba sin levantar cabeza, negado de cara al gol. El equipo turinés acabó la Serie A en segunda posición, tras el Milán de Capello. También se llegó a la final de la Coppa Italia, pero cayó derrotado contra el Parma.
Schillaci en el Inter de Milán |
En el verano de 1992, Schillaci se marchó al Inter de Milán, equipo en el que estuvo durante dos temporadas en las que cada vez jugó menos. En su última temporada en el equipo de Osvaldo Bagnoli, Schillaci sumó a su palmarés un nuevo título de la UEFA, eso sí, su contribución a este título fue prácticamente inexistente. De hecho ni siquiera participó en la final en la que el Inter se impuso al Salzburgo por 1-0. Al finalizar la temporada 1993/1994 abandonó la disciplina neoazzurra dejando tras de sí unas estadísticas en la Serie A de 30 partidos disputados y 11 goles anotados.
Schillaci en el Júbilo Iwata |
El nuevo destino para Schillaci fue un tanto exótico: se marchó a Japón, enrolándose en las filas del Júbilo Iwata. Totò se convirtió así en el primer italiano en jugar en la liga japonesa. Schillaci estuvo jugando para el Júbilo Iwata hasta 1997. Con el equipo nipón Salvatore Schillaci disputó 93 partidos en los que anotó 65 goles.
Con la selección de Italia, Schilaci no volvió a destacar tanto como en aquel verano de 1990. Tras su retirada dejó sus cifras con la azzurra en 16 partidos disputados y 7 goles anotados (6 de esos 7 goles fueron anotado en el Mundial de Italia 90).
En 2002, con la celebración del Mundial de Corea y Japón 2002, Totò Schillaci apareció en la memorable campaña publicitaria de la marca de bebidas alcohólicas Smithwicks.
La historia de Salvatore Schillaci es la historia de un jugador humilde, muy limitado técnicamente, pero con un carácter y un carisma inigualable. El destino le dio dos grandes oportunidades y él no las desaprovechó. Se subió al tren de la Serie A en el vagón de la Juventus de Turín (todo un primera clase) y firmó una gran temporada que le valió para ir convocado con Italia al Mundial de 1990. Allí partiendo de suplente aprovechó los minutos al máximo, para acabar siendo el mejor jugador y el máximo goleador del torneo. La noche mágica de verano de Salvatore Schillaci se alargó durante todo un mes, y eso es bastante más de lo que muchos pueden presumir.
Schillaci caracterizado con el personaje que interpretó en la serie televisiva Squadra Antimafia - Palermo Oggi |